Exhorta a renovar el hábito de la lectura para que no desaparezca

Como el rinoceronte blanco que este año se extinguió, existe un peligro en el hábito de la lectura: que desaparezca y sea remplazado por la afición a la tecnología, de acuerdo con Jesús Amaya Guerra, profesor de la Universidad de Monterrey.

“Que la lectura no se extinga”, pidió el experto en Pedagogía, “que no vaya a ser como el rinoceronte blanco, un animal hermoso, poderoso: ya no existe en el mundo a partir de este año; la lectura puede caer en lo mismo: ahora vamos a dedicarnos a leer emojis”.

El autor de “Padres obedientes, hijos tiranos”, “¿Qué hago si mi media naranja es toronja?” y “Los hijos tiranos llegan a las empresas” ofreció una charla este jueves, en la Sala A de exposiciones en Cintermex, como parte de las actividades de la UDEM en la Feria Internacional del Libro 2018, celebrando el 10.° aniversario del Café Literario de la Biblioteca de esta casa de estudios.

Amaya Guerra señaló que las opciones de entretenimiento tecnológico –videojuegos, programas y redes sociales– avanzan de manera muy rápida, pero están alejando a las nuevas generaciones del hábito lector; incluso las bibliotecas están desapareciendo por esta causa.

“Esta tecnología está avanzando tremendamente, es mucho más rápido que el proceso de la lectura, y empezamos a sustituir la lectura por la tecnología; por eso ahora los jóvenes empiezan a jugar más que a leer”, afirmó.

El ponente estableció que el proceso de la lectura ayuda al desarrollo de la atención –lo que sustenta el aprendizaje y la reflexión–, pero cada vez se lee menos y la capacidad de atención disminuye.

Destacó la importancia del desarrollo del hábito de la lectura, sobre todo, de forma temprana, aunque los niños en general poseen un interés fuerte por leer.

“El cerebro es como un músculo: hay que estarlo ejercitando (…) la mejor forma de aprender cosas nuevas es a través de la lectura”, apuntó.