Comparte Gabriela Riveros su experiencia creativa

El proceso de escritura de una novela, junto con una bitácora y otros textos poéticos con los que después se formó una colección de poemas independiente fueron algunos de los temas que compartió la escritora regiomontana Gabriela Riveros con estudiantes de la Universidad de Monterrey.

La autora de El encargo de Fernando, Mi hermano Paco y la colección de cuentos Ciudad mía participó esta tarde en el ciclo Café Literario y Algo Más de la Biblioteca UDEM, que se realizó en un nuevo espacio dentro del edificio Estoa, en el segundo nivel.

Riveros relató la forma en que surgieron a la luz sus libros “mellizos”, publicados en diferentes sellos editoriales, pero escritos simultáneamente, uno a raíz de otro: la novela Destierros y el libro de poemas En la orilla de las cosas.

“Hay cosas en la novela de las que se hablan en el libro de poemas y viceversa”, mencionó la narradora en su plática, y detalló que tanto un texto como el otro tienen fragmentos que comenzó a escribir desde hace 20 años y la mitad de cada obra se desarrollaron con una idea más precisa, a partir de 2012.

“De pronto me atoraba y ya no sabía cómo avanzar, y entonces me salían unos textos poéticos y pensaba que serían parte de la novela, pero poco a poco esos textos poéticos se fueron convirtiendo en un libro de poesía”, reveló la escritora.

Riveros mencionó que, en un inicio, recién se graduó, tuvo la inquietud de escribir una novela, pero su escritura, de forma más espontánea, le llevaba a producir cuentos, relatos o prosas poéticas más cortas.

La ponente relató que, a raíz de una participación que tuvo en la Feria del Libro de Frankfurt, en Alemania, luego de obtener el primer lugar en el Concurso Internacional de Cuento y Poesía 1996, Universidad Externado de Colombia, por Ciudad mía, al salir del metro, 10 o 15 minutos después explotó una bomba.

De ahí surgió la primera idea, a la que se fueron sumando otras, como el incorporar en una historia indígenas rarámuris, la mujer latinoamericana, además del tema de los conflictos y la violencia, y que ese texto trasladara estructuras musicales a las literarias.  

“Empecé a hacer estos esbozos para planear cómo iba a ir esta novela y la verdad es que me tardé 20 años en que la novela esté aquí, frente a ustedes”, expuso.

Riveros detalló la forma en que escribía fragmentos que le nacían escribir y fueron reuniéndose en cuadernos y archivos de la computadora, “como si fuera haciendo retazos de algo que después iba a hilvanarse y armarse en ese enorme rompecabezas que es ya una novela”.

“Uno puede hacer planes, pero la verdad es que las novelas tienen sus propios caminos y uno los va descubriendo sobre la marcha; a veces te lleva a investigar cosas de historia que ni se te hubieran ocurrido, a conocer lugares, ahora es una maravilla con Google”, asentó.