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Credits: Archivo UDEM

Desde Monterrey, a México, a Francia, a Nueva Zelanda... este ha sido el recorrido de Brenda Athalya Togno Peirce (LEHS’02). En todos estos lugares ha tenido experiencias y éxitos que hoy en día se representan en el arte.

En Francia aprendió filosofía, y pasó cuatro años de su vida como novicia de la vida contemplativa; es decir, ¡cuatro años en silencio!

Su apreciación por el arte se convirtió en obra artística de gran formato y pinturas al óleo, exposición que llegó hasta Nueva Zelanda, donde descubrió el estudio de iconografía de San Juan Bautista; ahí encontró la paz interior que ahora transmite.

Para Brenda, el escribir iconos es hablar de lo atemporal de la vida, es una belleza de arte que nos vincula con lo universal y que va más allá de esta vida. Considera que al escribirlos se pone al servicio de las personas y responde al deseo de alguien.

Es bello vivir una propia conversión como pintora para ahora ser servidora de una tradición; no importa el individuo, sino el recibir y estar abiertos a algo más grande”.

Actualmente, nuestra ExaUDEM tiene un estudio de iconografía en la Ciudad de México, y es allí donde escribe los iconos desde el corazón.

Tags: Humanidades