Propone excelencia académica como instrumento de cambio social

• Pilar Aramburuzabala, profesora titular del Departamento de Pedagogía en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, ofreció la conferencia Aprendizaje en el servicio, la excelencia académica como instrumento de cambio social, en la Universidad de Monterrey, dentro del 7.° Simposio de Aprendizaje en el Servicio Universitario en México

El aprendizaje en el servicio es mucho más que una simple metodología; es una forma de entender el mundo y el desarrollo sostenible”, afirmó la pedagoga española Pilar Aramburuzabala, quien agregó que esta visión del aprendizaje incluye una comprensión integral de la justicia, abarcando aspectos legales, económicos, sociales, educativos y culturales.

La profesora titular del Departamento de Pedagogía en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid ofreció vía remota la conferencia titulada Aprendizaje en el servicio, la excelencia académica como instrumento de cambio social.

Esta plática fue parte de las actividades del 7.° Simposio de Aprendizaje en el Servicio Universitario en México, organizado por el Centro de Desarrollo Académico de la Dirección de Capital Humano de la Universidad de Monterrey.

Durante su intervención, Aramburuzabala destacó que el aprendizaje basado en el servicio promueve una educación centrada en valores colaborativos e interdisciplinares.

En opinión de la también expresidenta fundadora de la Asociación Española de Aprendizaje y Servicio en Educación Superior de la Asociación Europea en el mismo tema, este enfoque es crucial para formar ciudadanos activos, democráticos y participativos.

No es sólo una metodología”, afirmó y subrayó que detrás de esta práctica existe una filosofía educativa y de vida.

La investigadora y consultora española subrayó la importancia de que la educación no se limite a impartir conocimientos técnicos y académicos, sino que también fomente un compromiso cívico y moral entre los estudiantes.

Para Aramburuzabala, la educación debe ser una herramienta para construir una sociedad más justa y equitativa.

Además, destacó que el aprendizaje en el servicio facilita la integración de los estudiantes en la comunidad, permitiéndoles aplicar sus conocimientos en contextos reales y contribuir al bienestar social.

Esta metodología, según Aramburuzabala, es esencial para el desarrollo de una ciudadanía comprometida y responsable.

La exdirectora fundadora del Observatorio Europeo de Aprendizaje y Servicio en Educación Superior destacó la importancia de la educación del talento, el fomento de la creatividad y el desarrollo de habilidades tecnológicas, y enfatizó la necesidad de fomentar una conciencia moral y un compromiso cívico entre los estudiantes.

Aramburuzabala subrayó que, si bien la excelencia académica y el conocimiento son fundamentales, no son suficientes por sí mismos, ya que, en su opinión, es crucial utilizar estos conocimientos y competencias para construir una sociedad más justa.

“La razón de nuestra existencia es el servicio a la gente y la excelencia académica, su mejor instrumento”, afirmó.

La conferencista hizo hincapié en que el objetivo no es solo formar grandes profesionales, sino individuos que, a través de sus profesiones, contribuyan a mejorar el entorno y el mundo en general, lo cual incluye tanto su desarrollo personal y económico como su capacidad para hacer una diferencia positiva en la sociedad.

Aramburuzabala explicó que lograr estos objetivos requiere el apoyo institucional y la participación activa de los docentes.

“Necesitamos hacer muchos cambios y pensar en la universidad como un medio para la transformación social”, indicó, destacando la importancia del reconocimiento institucional para facilitar este proceso.

La educadora enfatizó que las acciones aisladas no son suficientes y que el compromiso social debe integrarse en el currículo de todas las materias y cursos universitarios.

De acuerdo con Aramburuzabala, cada maestro, profesor y estudiante debe ser consciente de su papel en este proceso de transformación.

La también coordinadora del equipo español del proyecto Erasmus+, presentó el aprendizaje en el servicio como un ejemplo de cómo se puede crecer de abajo hacia arriba, comenzando con prácticas aisladas y obteniendo gradualmente más apoyo institucional.

Sin embargo, también señaló que, en algunos casos, el impulso puede venir directamente de la propia institución.

“La propuesta de aprendizaje en el servicio no debe plantearse solo como una estrategia docente, sino como una parte integral del modelo formativo universitario”, subrayó.

Añadió que la existencia de apoyo institucional, como el que se encuentra en la Universidad de Monterrey, facilita enormemente el desarrollo de estos proyectos.

La ponente criticó la idea de que una universidad pueda mantenerse aislada de la realidad social, describiéndola como una “torre de marfil”.

Para la académica, es erróneo pensar que la formación académica y el éxito universitario pueden separarse del compromiso social.

Aramburuzabala mencionó diversas herramientas que las universidades pueden utilizar para actuar ante las necesidades del entorno, como el voluntariado, los programas de cooperación internacional y la ciencia ciudadana.