Ofrecen homenaje a profesora emérita por su compromiso docente

• Familiares, profesores, compañeros y exalumnos se reunieron con la intención de honrar y destacar la vida de Nancy Westrup Villarreal, profesora emérita de la Universidad de Monterrey, quien falleció en noviembre de 2024

Nancy Westrup dedicó más de 30 años a la educación, destacándose como una líder en el desarrollo organizacional.

Su carrera en la UDEM incluyó la coordinación del programa de Maestría en Desarrollo Organizacional (MDO), donde implementó iniciativas que revolucionaron el aprendizaje colaborativo y la formación de líderes empresariales y sociales.

En el evento celebrado en las salas de Aprendizaje Permanente del nivel B del edificio Estoa de la UDEM, la tarde de este martes se recordó no solo a una académica destacada, sino a una mujer cuya pasión por la educación y el cambio positivo dejó una huella imborrable.

Silvia Panszi, exprofesora de la UDEM y amiga cercana, compartió una emotiva semblanza que destacó los hitos más significativos de la vida de la catedrática. Nacida el 14 de enero de 1946, Nancy fue la matrícula 10 de la UDEM y la primera mujer a nivel nacional en obtener el título de Licenciada en Ciencias de la Educación en 1975.

Su compromiso con la excelencia académica la llevó a obtener una maestría en Desarrollo Organizacional y un doctorado en Cambio Organizacional en Pepperdine University.

A lo largo de su carrera, Westrup desempeñó un papel fundamental en varias instituciones educativas. Entre 2000 y 2012, fue profesora de tiempo completo en la Escuela de Negocios de la UDEM y, hasta 2023, continuó como profesora de cátedra, inspirando a generaciones de líderes.

Además de su impacto en las aulas, la profesora de la UDEM fue fundadora de la Maestría en Administración de la Calidad Integral en la UDEM y coordinadora del Premio Nuevo León a la Calidad.

Su excelencia fue reconocida con el Premio Pro Magistro Roberto Garza Sada en 2009 y su nombramiento como profesora emérita en 2015.

Más allá de los galardones, su mayor legado reside en las vidas que tocó y en las semillas de conocimiento y pasión que sembró en cada uno de nosotros”, mencionó Panszi.

“Su legado vive en los estudiantes que transformó, en los colegas que inspiró y en las comunidades que ayudó a construir”, dijo.

Exalumnos, familiares, compañeros y amigos de Westrup compartieron testimonios sobre el impacto que tuvo ella en sus vidas. Juan José Martínez, decano de la Escuela de Negocios y exalumno de ella, destacó su sonrisa, que siempre estaba presente, y cómo logró trascender a través de su forma de ser, su entrega y su apertura.  

Ian Wolff, sobrino de Westrup, resaltó que ella fue como una segunda madre para él, su hermano y todos sus primos: “ella asumió ese rol con mucho amor, un amor incondicional”.

Por su parte, Alejandro Valadez Ramírez, excoordinador de la Maestría en Desarrollo Organizacional y amigo de la profesora, destacó su capacidad para hacer sentir valiosos a los demás, siempre mostrando un interés genuino por sus pensamientos y preocupaciones.

“Cuando uno hablaba con Nancy, tenía que aceptar que estaba hablando como si te conociera”, expresó Valadez, resaltando cómo sus conversaciones aumentaban la autoestima de quienes la rodeaban.

Héctor Rodríguez de la Rosa, exprofesor de MDO, recordó su calidez y capacidad para conectar de manera auténtica con todos, incluso cuando comenzó a conocerla en su primer encuentro: “Nancy siempre fue una muestra de una presencia apreciativa”.

Sonia Carolina González Maldonado, directora del programa académico de Negocios Globales y amiga de Westrup, compartió una reflexión sobre su generosidad y la profunda humanidad que la definió.

“Nancy fue un ser humano excepcional, noble y generoso, con un corazón tan grande que no había espacio para la indiferencia”, comentó Sonia.

El evento concluyó con un ritual de despedida liderado por Laura Ulate, directora de la Maestría en Desarrollo Organizacional. Este momento permitió a los asistentes expresar su gratitud hacia Nancy a través de mensajes escritos y un acto simbólico de encender velas, representando la luz que la catedrática dejó en cada uno de ellos.

Al final del homenaje, se entregó un reconocimiento especial a su familia, como muestra de la admiración y gratitud de la comunidad UDEM por el impacto de Westrup en la educación y la vida de muchas personas.

Los asistentes cerraron el evento con un minuto de aplausos, celebrando la memoria de una maestra, colega y amiga excepcional.