Regresa Ateneo de la Juventud a NL con profesor de la UDEM
- José Fredman Mendoza Ibarra, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey, tomó protesta como presidente del Capítulo Nuevo León del actual Ateneo Nacional de la Juventud, que retoma el que fuera fundado a principios del siglo pasado por intelectuales como Alfonso Reyes, Antonio Caso, Pedro Henríquez Ureña y José Vasconcelos.
Bajo la consigna de abrir espacios de participación ciudadana para los jóvenes, tal como lo hicieron Alfonso Reyes y casi cien escritores, artistas e intelectuales más, se constituyó un nuevo Ateneo Nacional de la Juventud, del que José Fredman Mendoza Ibarra, profesor de la Universidad de Monterrey, abrió recientemente el capítulo Nuevo León como su primer presidente.
El profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la UDEM y Doctor en Ciencia Política, de 29 años, tomó protesta el pasado sábado 3 de abril, ante una comitiva nacional integrada por Alejandro Alba, el actual presidente nacional; y José Luis Gallegos, su fundador, así como los miembros del capítulo estatal: Mendoza Ibarra; Rosario Rodríguez, como secretaria general; Zaida Martínez, tesorera; y los vocales Alan Villavicencio y Noé Hernández.
Figuras de la vida cultural nacional de aquella época, como Antonio Caso, Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos y Julio Torri, además de Reyes, entre muchas otras, crearon el Ateneo de la Juventud, con el patrocinio de Justo Sierra, como secretario de Instrucción Pública, con la visión de recuperar una identidad nacional y latinoamericana.
Un siglo después de la instalación de ese primer Ateneo en el ocaso del porfirismo –la aventura que duró cinco años–, un grupo de jóvenes, encabezados por José Luis Gallegos, obtuvo el aval de los familiares de los ateneístas originales, específicamente, de Reyes y Vasconcelos, para refundar legalmente en 2011 esta asociación civil.
Hasta 2020, el Ateneo contaba solo con 13 capítulos estatales y Nuevo León era uno de los estados sin representación en este organismo, que cuenta con 209 miembros activos, pero han capacitado a 530 jóvenes en temas de política pública, mil 350 jóvenes formados en habilidades de comunicación, integran a 840 voluntarios y tienen lo que llaman tres “triunfos de incidencia”, que son modificaciones de programas en materia de juventud.
Para Mendoza Ibarra, la instalación del Capítulo Nuevo León adquiere relevancia por la posibilidad de “poner sobre la mesa” temas que otros actores, “que son los responsables”, no los ponen, como la situación de las personas indígenas en la entidad, las personas con discapacidad y lo relacionado propiamente con las oportunidades para los jóvenes.
El catedrático destacó la necesidad de incentivar que los jóvenes se interesen y participen más en la vida pública “desde cualquier trinchera que quieran”, pero que se trate de generar una cultura de participación en los temas relevantes en el estado.
Quisiéramos formar ciudadanía de jóvenes que participen desde cualquier trinchera que quieran, pero que participen bajo los valores de la cultura política, del conocimiento, del desarrollo, del respeto a los derechos humanos, de la equidad, y siempre comprometidos para hablar y tratar de incidir en las decisiones públicas de los ayuntamientos, del Estado o del Congreso”, expuso.
El profesor de la UDEM calificó a la actual generación de jóvenes como participativa e interesada en temas públicos, pero destacó que no tienen los canales para incorporarse a la participación ciudadana o desconocen las vías para hacerlo, aunque es necesario reconocer que no están al tanto de la actividad pública.
“Yo siento que sí hay mucho interés y muchas ganas de participar, pero como que no hay los mecanismos, no se presenta de una manera atractiva, y eso, al final del día, se traduce en apatía política; pero más que apatía, creo que es un desconocimiento; yo sí lo veo y no creo que los jóvenes seamos apáticos, no tenemos los mecanismos, que son la plataforma para hacerlo, y creo que el Ateneo puede ser una muy buena plataforma”, estableció.
Parte de la actividad que realizará el Ateneo en Nuevo León se relaciona con la organización de debates sobre temas actuales, a través de un programa llamado Vis-á-vis, así como una serie de propuestas de jóvenes sobre políticas públicas que se implementen en los municipios metropolitanos.
También se contempla generar observatorios juveniles ciudadanos y la realización de foros de discusión con jóvenes para impulsar su interés en temas de educación, arte, cultura, ciencia y tecnología.
Mendoza Ibarra durará un año en el cargo –con la posibilidad de renovar un año más, por ser un Capítulo recién creado–, durante el que contempla emular los planteamientos de los antiguos miembros, su visión humanista y orientada a la educación.
De Reyes, el profesor universitario rescata el lema: “la única manera de ser provechosamente nacional, consiste en ser generosa y apasionadamente universal”, que se refiere a la pluralidad y al respeto de la dignidad humana, a reconocer las diferencias y a incentivar que existe un “piso parejo” o una igualdad de condiciones.
De Vasconcelos, dijo admirar la forma en que promovió los libros de texto gratuito en todas las regiones del país, lo que inspirará al nuevo Ateneo a llevar actividad educativa a las zonas rurales, mientras que, de Antonio Caso, se refirió a su conducta mesurada, que –como los del resto de los ateneístas fundadores– son valores que servirán de guía para las nuevas generaciones.
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