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Educación y Humanidades / Historias /

Adriana Sánchez Álvarez

Créditos: Archivo UDEM

Adriana Sánchez Alvárez (LED'90) se recuerda como una niña juguetona y alegre, a la que le gustaba participar en todo tipo de actividades; disfrutaba aprender de todas las personas que la rodeaban.

Identifiqué mi interés por la educación desde pequeña, por lo que en el transcurso de mi vida me involucré en actividades relacionadas, como catequesis, misiones en la sierra Tarahumara, alfabetización... fui niñera, maestra de natación, miembro del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, por mencionar algunas", nos comentó.

A partir de todas las experiencias en su formación, Adriana se planteó el sueño de tener una escuela propia para darle a sus hijos una oportunidad de aprendizaje activo y significativo, diferente a las que ella había tenido. "Me di un tiempo para tener experiencia trabajando en una institución educativa y operando la iniciativa emprendedora de una escuela de natación de verano junto con mis hermanos; en este período compartí mi interés de construir una escuela con una propuesta educativa de vanguardia a mi hermana mayor y a mis papás, con quienes fuimos dando forma al arranque de este proyecto".

Nezaldi inició labores con el primer grupo en agosto de 1996, contando con ocho alumnos en un salón de multipanel en el jardín de casa de sus papás. Después tuvieron la oportunidad de adquirir un terreno con un tamaño muy adecuado para el proyecto, y en una zona en la que se proyectaba un desarrollo prometedor en un período de cinco años. Gracias al apoyo de su mamá, Adriana adquirió esa propiedad que está ubicada en una zona privilegiada (en el corazón de Valle Poniente), en cuanto a su desarrollo y al entorno natural que la rodea.

"Iniciamos con un grupo de maternal y cada año incrementábamos el siguiente grado. Actualmente, cubrimos los niveles de educación inicial hasta tercero de secundaria, siendo el programa de educación inicial exclusivo para hijos de maestros, menores de dos años, con el fin de promover la realización profesional de mujeres, así como de parejas donde ambos padres trabajan.

"Nuestra institución ha ido creciendo paulatinamente, pero sobre todo consolidándose como una comunidad de aprendizaje donde tenemos la convicción del valor de la participación para cocrear un ambiente de aprendizaje socioconstructivista donde todos tenemos algo que aportar y algo que aprender", nos dijo Adriana.

Tenemos cerca de 80 exalumnos cursando preparatoria y universidad. Me enorgullece tener contacto con ellos y darme cuenta de que son personas equilibradas, sanas, comprometidas con sus procesos de aprendizaje, trazando sus propias metas de crecimiento; son buenos hijos que saben establecer relaciones con otros y forjar amistades; saben tomar decisiones que los lleven al logro de sus metas, y sobre todo, están siendo personas comprometidas con la sociedad".

Adriana incluye como otro de sus logros el ser cofundadora y miembro de la mesa directiva de RedSolare México, una asociación latinoamericana que promueve la pedagogía de Reggio Emilia, a través de seminarios y traducción de libros del italiano al español sobre el socioconstructivismo.

En enero de 2015, recibió para Nezaldi el reconocimiento como Escuela Transformadora-Empatía por la organización internacional Ashoka, convirtiéndose así en una de las cuatro escuelas a nivel nacional reconocidas en ese año. Así mismo, en noviembre fue galardonada por la Dirección de Relación con Exalumnos por ser considerada "Historia de Éxito ExaUDEM".

Adriana nos platicó de sus satisfacciones personales: "Una fundamental es haber construido una escuela y una familia a la vez; inicié Nezaldi cuando mi hija mayor tenía dos años, y actualmente tengo cuatro hijos. En este camino hemos enfrentado retos, pero hemos aprendido a unirnos y a desarrollarnos como personas, respetando la identidad de cada uno, sus intereses y siempre conviviendo como familia y creciendo permanentemente. Cuando volteo al pasado y recorro mi historia de vida siento una inmensa emoción, porque logro ver un enorme crecimiento y madurez en mi persona, indudablemente gracias al apoyo y acompañamiento de muchas personas que han sido muy importantes, como mis padres, mi esposo, mis hijos, mi familia extensa, mis amigos cercanos, mis colegas de Nezaldi y padres de familia que han sido parte de la institución, así como mis maestros y asesores que me han apoyado en el camino".

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