Exploran la tradición escultórica del México prehispánico
Credits: Archivo UDEM
- El arqueólogo Eric Chiquito Cortés, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, ofreció una conferencia sobre la escultura mesoamericana en su última etapa prehispánica
La escultura mesoamericana, lejos de ser un vestigio estático del pasado, sigue ofreciendo claves para comprender la memoria artística y social de México. Con esta premisa, el maestro Eric Chiquito Cortés, investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, invitó a repensar la tradición escultórica prehispánica desde una mirada formal que revela su monumentalidad, su carga simbólica y su influencia compartida entre distintos pueblos del altiplano central.
El especialista impartió la conferencia La tradición de los clásicos: una propuesta para el estudio de la escultura mesoamericana, el pasado 29 de octubre, en el Salón de Posgrado P1 del edificio Estoa de la Universidad de Monterrey, como parte del cierre de un curso especializado en arte prehispánico.
El encuentro reunió a estudiantes y profesores interesados en las manifestaciones plásticas del México antiguo, quienes dialogaron sobre la vigencia y el impacto de estas obras en la identidad cultural contemporánea.
Durante su intervención, el especialista explicó que, en la última etapa prehispánica, se consolidó un modelo escultórico caracterizado por su volumen, monumentalidad y una intensa carga iconográfica, vinculada tanto al ámbito militar como al sacrificial.
Este estilo, señaló, tuvo un impacto profundo en la sociedad mexica, que heredó influencias del pasado tolteca. Sin embargo, subrayó que no se trató de un fenómeno unidireccional, sino de una tradición compartida entre distintos pueblos del altiplano central.
No podemos pensar que todo surge de los mexicas y se difunde hacia los demás; más bien, hablamos de un arquetipo que se formó después de la caída de Tula y se distribuyó en distintas regiones gracias a la afinidad cultural y lingüística del mundo náhuatl”, señaló Chiquito Cortés.
Egresado de la Universidad Veracruzana y maestro por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Chiquito Cortés ha enfocado su labor académica en el análisis formal e iconográfico de la escultura prehispánica, con especial interés en las tradiciones tolteca, mexica y mixteca.
En su exposición, propuso repensar el estudio de la escultura mesoamericana desde una perspectiva formal, que permita comprender los procesos artísticos y técnicos que definieron su desarrollo, más allá de su interpretación simbólica o religiosa.
A través de comparaciones entre piezas de Tenochtitlan y Oaxaca, mostró cómo estas obras integran elementos antropomorfos, rituales y bélicos, fusionando influencias de diversas regiones.
El investigador presentó además el concepto de “tradición náhuatl posclásica”, para referirse al fenómeno escultórico que integró rasgos estilísticos e iconográficos de distintas zonas mesoamericanas.
Dicha tradición, puntualizó, se distingue por su monumentalidad, el uso de bloques monolíticos, el énfasis en la figura humana y la subordinación del relieve al volumen escultórico.
Finalmente, abordó el caso del Chac Mool, figura emblemática del arte mesoamericano, como ejemplo de una forma escultórica que logró adaptarse a distintos contextos y significados a lo largo de los siglos, manteniendo su esencia formal y simbólica.
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