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“El asidero de una democracia está en la ciudadanía”: Rodríguez Mondragón

16 Mar.2024
Autor: UDEM
Créditos: Archivo UDEM
  • Reyes Rodríguez Mondragón, miembro del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y José Reynoso Núñez presentaron el libro ¿Qué podemos hacer por la democracia?, en la Universidad de Monterrey


“El asidero de una mejor democracia está en la ciudadanía”, afirmó el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, así como también depende de la ciudadanía “su determinación por construir un proyecto lúcido de sistema político en el que aspira a vivir”, en el que “la justicia electoral y la administración electoral forman parte imprescindible del engranaje democrático contemporáneo”.

“La función de estas instituciones es que la ciudadanía alcance los consensos para decidir quiénes los representan y para que, a través de vías pacíficas, propicien el desarrollo que nuestra sociedad merece”, señaló.

El miembro del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación participó en la presentación del libro ¿Qué podemos hacer por la democracia?, acompañado por José Reynoso Núñez, quien es coordinador del libro (junto con Diego Valadés), en la Universidad de Monterrey. 

Al panel, organizado por el Instituto de Estudios Políticos de la UDEM, asistieron Arturo Azuara Flores, decano de la Facultad de Derecho y ciencias Sociales de la UDEM, profesoras y profesores, así como estudiantes de diferentes carreras de la UDEM, el viernes 16 de marzo, en la Sala del Claustro Universitario.

En su intervención, Rodríguez Mondragón reconoció que existe un desencanto hacia  la democracia y una tolerancia hacia la autocracia, con gobiernos que prometen ser más eficaces, pero destacó que la confianza en las instituciones democráticas está en buen nivel, ya que según algunos estudios, el 63 % de las y los mexicanos avalan los procesos electorales.

Lo más destacable de la justicia electoral es su papel como guardián de la ley, como garante de los derechos políticos, de los derechos electorales de la ciudadanía, y su efectividad y eficacia, es decir, asegurar que todo proceso electoral cumple con las reglas del juego pactadas en la Constitución y en las leyes electorales y no bajo una coyuntura política o una lógica en donde se impongan los intereses político partidistas sobre la ley”, expuso.

El funcionario judicial destacó que las razones de la complejidad de los procesos electorales en México es que el sistema jurídico electoral “es rebuscado, tortuoso y complejo”, ya que en muchas ocasiones un conflicto solo se resuelve después de haber pasado primero por los institutos electorales de los estados o el Instituto Nacional electoral y sus tribunales. 

“Después de pasar por estos organismos administrativos electorales, generalmente, las controversias se resuelven en tribunales electorales locales, en salas regionales, llegando hasta la última instancia, que es la Sala Superior del Tribunal Electoral, que pertenece al Poder Judicial de la Federación”, explicó.

Agregó que el mismo sistema de justicia electoral ofrece hasta siete formas de juicios distintos, que se llaman medios de impugnación; por otro lado, el magistrado mencionó que las sentencias dictadas suelen ser fruto de un debate jurídico que se va construyendo desde una visión técnica, especializada, imparcial y objetiva.

El propio Rodríguez Mondragón participó en el libro con un capítulo, que resultó ser el más largo de la publicación, acerca del  ámbito de la justicia electoral, el diagnóstico y las propuestas para fortalecer la impartición de justicia. 

“La obra es vasta y ofrece herramientas que no se limita a buenos deseos, sino que recoge una evaluación de las instituciones y de políticas públicas, así como una reflexión general pero profunda sobre cómo podemos emprender en lo individual y exigir desde lo colectivo una democracia de calidad”, subrayó.

El magistrado hizo referencia al contraste que se vivió durante el cambio de milenio, a principios de los 2000, cuando se creía que la democracia liberal había triunfado como mejor sistema de gobierno, pero 24 años después se escucharon voces críticas que “parecen ir en otra dirección”.

“Hay un descontento democrático y el deseo de avanzar hacia un nuevo sistema político; métricas de distinta índole han constatado esta realidad o esta percepción”, sostuvo.

Mencionó el último reporte de Latinobarómetro, que muestra una erosión democrática en América Latina, donde esa convicción democrática pasó del 63 a 48 % en la última década; y en el caso de México, la situación es similar.

Tan solo una encuesta de Gea-Isa, publicada en marzo de 2024, señaló el magistrado, se encuentra que el 46 % de las y los mexicanos están insatisfechos con su democracia; cuatro de cada 10 creen que sería mejor un sistema autoritario, y este mismo dato se encuentra en encuestas de Latinobarómetro. 

Rodríguez Mondragón enfatizó sobre esta obra, ¿Qué podemos hacer por la democracia?, que propone también acciones individuales y colectivas para emprender y contrarrestar el deterioro democrático.

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