Exhorta presidenta del Instituto Estatal Electoral a fomentar la participación de las mujeres indígenas en la política
- Participa Beatriz Camacho en el congreso “Mujeres Indígenas: Ciudades y Ciudadanías”, organizado por académicos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey
Es una realidad que el sistema político mexicano deja sin voz a las mujeres indígenas. Para cambiar esta tendencia, es necesario consolidar una democracia de valores, brindar capacitación a las candidatas representantes de los pueblos originarios y ofrecer continua sensibilización sobre el tema a la sociedad en general, concluyó Beatriz Camacho, consejera presidenta del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana.
La titular del organismo participó hoy en el congreso “Mujeres Indígenas: Ciudades y Ciudadanías”, organizado por académicos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey y realizado en el LABNL, Lab Cultural Ciudadano. “En tiempos actuales, la agenda de los derechos humanos en México no puede ser restrictiva, no podemos abogar por la defensa de ciertos derechos y desconocer otros. No podemos defender la causa de un colectivo e ignorar a otros grupos sociales. La agenda de los derechos humanos es una agenda universal y progresiva”, apuntó.
En esta conferencia magistral, a la cual tituló “Sembrar derechos y cosechar dignidades”, Camacho ahondó en las tareas pendientes para estimular la participación de las mujeres indígenas en la política: la promoción de una economía de desarrollo incluyente a la perspectiva de género, la búsqueda de la igualdad política y social, así como el reconocimiento de la sociedad pluricultural mexicana. También, ofrecer a las mujeres indígenas tareas instructivas permanentes donde expandan las perspectivas que las preparen para tomar puestos de poder. Y por último, que aquellas que han ganado posiciones de toma de decisiones velen por las necesidades de sus compañeras.
Si bien existen evidencias de esfuerzos de reivindicación territorial, de recuperación de derechos indígenas, de aceptación de diferencias culturales en el modelo de Estado, en realidad los sistemas políticos y estos sistemas de representación tienen una deuda pendiente con las mujeres pertenecientes a las comunidades originarias”, dijo, “uno de los peores enemigos de las mujeres indígenas es la normalización de conductas discriminatorias en espacios de baja visibilidad y de menor exposición pública”.
El encuentro académico también incluyó el panel de discusión “Organizaciones indígenas y políticas públicas” y la reunión de trabajo “¿Qué hacer? Creación de propuestas para un Nuevo León democrático e intercultural”. Fue llevado a cabo en el marco del Proyecto CONACYT “La construcción de ciudadanía entre mujeres indígenas migrantes. Experiencias de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”, en el cual hay representación de la UDEM.
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