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Educación y Humanidades / Historias /

Eva Marcela Rodríguez

Créditos: Archivo UDEM

Creció escuchando a sus papás dando conferencias de desarrollo humano, por lo que siempre ha tomado las cosas en serio y desde pequeña tuvo claro lo que quería hacer con su vida.

Me comprometo mucho en lo que hago y defiendo lo que pienso y en lo que creo".

Con más de 20 años de experiencia como presentadora, ha tenido la oportunidad de trabajar en su sueño en distintos lugares del mundo, como Ciudad de México, Múnich, Miami y Madrid. El esfuerzo siempre ha sido una constante en su vida.

“Desde los 12 años asistía a dos escuelas: por la mañana iba al colegio y en la tarde estudiaba mi carrera en danza. Estudié en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey y durante siete años comí en el carro, en el trayecto del colegio hacia la escuela de danza”, nos compartió.

Cuando recuerdo esa faceta de mi vida, me doy cuenta de que se necesita mucho compromiso, amor por lo que haces, pero sobre todo mucha voluntad y sacrificio".

Se graduó de la Escuela de Danza con mención honorífica, y para cuando ingresó a la UDEM ya trabajaba como profesora de danza en dos academias, entrenaba para competencias, comenzaba su primer trabajo en la radio local, modelaba y estudiaba para sacar buenas calificaciones. Todo a la vez. Al tener una vida tan dinámica, Eva se ha enfrentado al reto de la adaptación constante, ya que dejar lo conocido, lo familiar y comenzar desde cero en un país nuevo, nunca es fácil; adoptar nuevas culturas y formas de trabajar ha sido una constante en su vida.

“Después de varios años en la televisión de Monterrey, me llamaron para irme al Distrito Federal. Ya en TV Azteca, me ofrecieron irme a Múnich, Alemania, y acepté el reto, contrario a lo que la gente me decía. Decidí arriesgarme y tener la experiencia de trabajar en una producción internacional”, nos compartió Eva.

En una de las televisoras más importantes de Europa, con un equipo de todas partes del mundo con una producción diaria para México de dos horas: tenía que probarlo. Gracias a eso he podido continuar con una experiencia sólida”.

Lo que ha impulsado a Eva a seguir adelante es recordar que no importa lo que hayas logrado o de dónde vengas, siempre hay que saber continuar y reinventar las metas e ideales.

“Creo que somos más felices, libres y auténticos en la medida que entendemos que nuestra profesión no nos define ni que los logros dictan nuestra valía como persona.

“La clave es hacer tu trabajo con un objetivo más grande que tus propios intereses, es decir, hacer las cosas con un ideal que por lo general se relaciona con poner tu talento al servicio de los demás", comentó.

La UDEM representa exactamente el tipo de institución que prepara al alumno no solo a enfrentar el mercado laboral, sino a la vida en sí. Una educación con enfoque humanista es lo que marca la diferencia entre los líderes. La UDEM ha sido para mí una de las mejores etapas de mi vida”.

La familia de Eva siempre le inculcó que lo más importante es vivir una vida con principios y que la base para afrontar cualquier cosa es alimentar su lado espiritual. 

“Me gusta mucho una frase de Wayne Dyer y Brian Weiss: ‘No somos seres físicos teniendo una experiencia espiritual: somos seres espirituales teniendo una experiencia física. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana’. Puedes tener más logros y reconocimientos que nadie, pero si como persona no vales, has fracasado”.

Etiquetas: Comunicación , ExaUDEM