José Emilio Amores Cañals
"No podemos vivir como parias a la orilla de un desierto cobijados por una alta montaña", dijo Amores durante un homenaje a don Roberto Garza Sada, en 1977. "Necesitamos producir, crear, edificar, convertir una naturaleza inhóspita en morada cálida. Todos los pueblos del mundo han labrado su destino en su capacidad de crear".
José Emilio Amores (MHU’96) fue un gran pensador ávido de conocimientos hasta el último de sus días. Considerado un pilar de la cultura de Monterrey. Nació el 10 de marzo de 1919, en Frontera, Tabasco y falleció el 27 de junio de 2014, en San Pedro Garza García, Nuevo León.
José Emilio fue uno de los primeros profesores de Química en Monterrey a nivel universitario, y es actualmente conocido por su trabajo como promotor de arte. Su trabajo cultural empezó cuando el director del Palacio de Bellas Artes se negó a ayudarlo a llevar músicos a tocar en Monterrey. Este trabajo lo llevó a convertirse en la mayor fuerza desarrolladora de las artes en esa ciudad.
Se retiró del Tec de Monterrey en 1969 y mantuvo un gran número de posiciones en diversas organizaciones, como la de director de Desarrollo Social del Grupo Alfa, Secretario de Cultura para Nuevo León, Director del Museo de Monterrey (1988-1990), Director del Centro Cultural Alfa, Director del Museo de Historia Mexicana y Director de Radio Nuevo León (1996-1998).
La vocación cultural es parte del ser, me nació desde un principio, y decidí irla cultivando", expresó José Emilio Amores al periódico El Norte en 1993.
Empezó a escribir poesía cinco años después de retirarse del Tecnológico de Monterrey, y también ensayos y libros. Muchos de sus ensayos tienen que ver con los esfuerzos de salvar espacios verdes en Monterrey, tales como Parque Fundidora, pero no siempre fueron exitosos.
Entre sus libros se incluyen: Los siete días de la creación (1977), Lectura de Hoy (1978) y Monterrey, una cultura propia en Nuevo León en el Siglo XX: La Industrialización vol. II (2007). También escribió una obra llamada Fonda Las Ilusiones, que se estrenó en el Museo El Centenario en Monterrey.
Poeta, ensayista y escultor, la última de las facetas del regio por adopción fue la de dramaturgo, que desarrolló cuando ofreció su casa como sede, por ocho años, a las juntas del grupo Dramas Nuevo León.
Su debut como dramaturgo fue en mayo de 2012, en la lectura en atril de la obra Fonda Las Ilusiones, en el San Pedro Artefest.
Entre los reconocimiento que recibió, se encuentran:
- La Medalla de Oro del Congreso Panamericano de Ingeniería Eléctrica, recibida en 1974.
- El Premio Nacional de Química, recibido en 1970 por sus aportaciones a la educación.
- La Presea al Mérito Cívico en el área de Fomento de la Cultura y las Bellas Artes, otorgada en 1990 por el Gobierno del Estado de Nuevo León.
- La Medalla al Mérito “Mónica Rodríguez”, otorgada por el Municipio de San Pedro Garza García en 2009.