Comparte Anne Carson su mundo de sueños y cotidianeidad
- Anne Carson, ganadora del Premio Princesa de Asturias 2020, ofreció la lectura Texturas y sombras y sostuvo un diálogo con estudiantes del Departamento de Humanidades en la Universidad de Monterrey
Viajantes desde las letras en una página a la voz de la propia autora, en esta ocasión Anne Carson transportó a sus oyentes en la Universidad de Monterrey a la infancia de la escritora canadiense, a su sentido del humor paradójico, a los vínculos con su madre, al enfrentamiento con el destino, moviéndose entre la vida cotidiana y el mundo de los sueños.
La ganadora del Premio Princesa de Asturias 2020 y mencionada como favorita para obtener el Premio Nobel de Literatura participó en Texturas y sombras, una velada en donde leyó poemas suyos, principalmente de su libro Decreación, la noche del miércoles, en la Sala de Eventos del Centro para la Comunidad Universitaria de la UDEM.
En el evento, estuvieron presentes Javier García Justicia, decano de la Facultad de Educación y Humanidades de la UDEM; Melissa Segura, secretaria de Cultura de Nuevo León; Graeme C. Clark, embajador de Canadá en México; Jeannette L. Clariond, fundadora y directora de la casa editorial Vaso Roto, editorial en la que se ha traducido al castellano la obra de Anne Carson.
Asimismo, Sandra Shaddick, cónsul general de Canadá en Monterrey; Ernesto Miranda, de Asuntos Culturales de la Embajada de Canadá en México, y Paulo Alvarado Reyna, coordinador de la Academia de Letras de la Facultad de Educación y Humanidades de la UDEM, como maestro de ceremonias.
Durante el diálogo que sostuvo con alumnas del Departamento de Humanidades de la UDEM, Carson abordó la forma en que fusiona temas clásicos y contemporáneos en sus textos poéticos y afirmó que las obras clásicas nunca se volvieron obsoletas, sino que se mantienen a sí mismas frescas.
Me desconcierta que desconcierte a otros, porque las cosas clásicas y modernas están en nuestra mente juntas todo el tiempo; por ejemplo, hoy caminé por la Fundidora de Monterrey, es esta gran cosa construida hace mucho tiempo y sigue ahí, entonces no es difícil poner juntos el pasado y el futuro en una página, porque lo hacemos todo el tiempo”, indicó.
Cuestionada sobre el momento de terminar un texto, relató que, en su experiencia, descubrió que, cuando comienza a preguntarse si debe parar, significa que el punto donde debió parar ya pasó, está detrás de ella.
“Entonces, si te preguntas si tienes que parar, ya terminaste, solo tienes que voltear atrás y ver; es como Homero, que piensa que estamos parados en el tiempo, con nuestra espalda hacia el futuro: pienso que esa actitud es mucho más útil cuando pensamos en el tiempo y la escritura”, estableció.
Alvarado Reyna refirió que Anne Carson es una humanista canadiense que, a través de la palabra, enuncia la cotidianidad; acciones tan ordinarias como nadar, incluso dormir, son la materia con la cual crea poesía y que versa en obras como Decreación, Las mujeres troyanas, Nox o Cristal, ironía y Dios.
Agregó que la poeta es una observadora de lo cotidiano y una enunciadora de lo humano.
“Las relaciones del individuo con su madre, con el lenguaje, con sus emociones son algunos de los senderos que el lector recorre en los textos de nuestra poeta; el humanismo de Carson no solamente se queda en la erudición de traducir del griego a poetas como Safo”, especificó.
Agregó que la canadiense recurre al arte poético para enunciar lo humano y denunciar lo antihumano: “denigraciones, alienaciones y enajenaciones monstruosas y bestiales no se ocultan”; por el contrario, son material de denuncia que, como la poesía, conmueve y sensibiliza.
“En la UDEM, celebramos el humanismo de Anne Carson, que crea y nos inspira a crear realidades sin exclusiones, sin alienaciones, sin deshumanización”, manifestó.
García Justicia mencionó que, en la UDEM, existe una competencia transversal dentro del plan de estudios que se llama Apreciación de la Belleza y que la magia de la poesía ofrece la posibilidad de ir a lo más profundo del corazón, que es donde reside esa belleza.
Por su parte, Jeannette L. Clariond destacó que la voz de Carson ha iluminado innumerables vidas, pero su mayor satisfacción son las y los estudiantes, las y los jóvenes de Nuevo León, que han podido acercarse a ella en persona.
“Los mejores lectores de Anne Carson son estudiantes veinteañeros que se arriman a su poesía, alejados de todo prejuicio, pues han sabido desnudar su ironía, su sentido del humor y lo incógnito en su obra”, expuso.
“Quizás es el silencio lo que guía su escritura, silencio y economía, lo no dicho invisible; durante décadas, esta enorme poeta ha dejado un impacto en nuestras almas, mejor dicho, en nuestro ser espiritual, leer sus poemas te hace sentir libre”, explicó.
Clariond destacó que la poesía de Carson, más que faro es iluminación bañando nuestras almas desnudas, pues no es solo una inmensa poeta, sino una recuperadora de la belleza, del abandono y del vacío.
“Para Carson, cada entrada es una salida, y entra a nuestras vidas como una presencia colmada de gracia, está aquí para quedarse (...) Anne Carson, tu lección ha sido preguntarnos cómo y de qué manera vivimos nuestra vida”, expresó.
En su intervención, Segura afirmó que la maestría de la poeta canadiense vuelve contemporáneos a los clásicos, concede a todas las lectoras ser también Emily Brontë o evocar, cada uno desde su sitio o desde los pasillos del corazón, cómo se sienten en cada ocasión que visitan a sus madres.
“El gran encanto de Anne Carson es que una vez que nos invita a leerla nos hace cómplices de lo que ve, de lo que siente, de lo que toca y la conmueve, así, somos sus ojos y tomamos su voz para hacerla nuestra”, asentó.
“Por eso, para una ciudad como Monterrey, ciudad de universidades, de jóvenes, de adultos mayores, de lectores, de escritores, la voz de Anne Carson es un bálsamo que valoramos”, sostuvo.
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