Marcela Torres García (LEI '10)
CRÉDITOS: Marcela Torres García
Para nuestra ExaUDEM Marcela Torres García (LEI '10) la inspiración para emprender HolaCode le llegó después de descubrir que nadie hacía nada para integrar a los migrantes que están llegando al país, y por otra parte el sector de tecnología no crece al ritmo que podría, debido a la falta de talento.
"Estas dos cosas parecían un "problema" por si mismo y separados; pero para mi representaban una oportunidad", nos comenta. En los Estados Unidos, se les llama "Dreamers", jóvenes mexicanos cuyos padres los trajeron a ese país, soñando con una vida mejor. Pero en la edad adulta, pueden recibir una dura llamada de atención: los mexicanos indocumentados criados y educados en los Estados Unidos pueden ser deportados como adultos.
Las figuras muestran que no están solos. En los primeros 9 meses de 2017, según las estadísticas oficiales de Seguridad Nacional, más de 119,000 mexicanos indocumentados fueron enviados de regreso a México.
"Me obsesioné con la idea de hacer que la educación tecnológica sea más accesible al diseñar un proyecto para una comunidad joven que podría beneficiarse de él", nos comparte nuestra ExaUDEM, "Nuestros estudiantes son mujeres y hombres jóvenes que regresaron de los Estados Unidos a México. Al llegar se enfrentan a un país que no conocen, un idioma que no dominan e innumerables obstáculos burocráticos que los empujan a las trampas de la pobreza".
El resultado es Holacode, un campo de entrenamiento de Edtech que enseña los fundamentos de la ingeniería de software. Su modelo de matrícula disruptiva evita las jerarquías y las calificaciones, y prefiere preparar a los estudiantes con una comunidad de "piratas informáticos en residencia", mentores técnicos y entrenadores de liderazgo y bienestar, todos orientados a prepararlos para ingresar al mercado laboral.
"Es una co-creación real, construida con su cooperación de abajo hacia arriba. Cada paso del programa está diseñado para tener en cuenta las necesidades de nuestros estudiantes y los obstáculos que enfrentan ”, afirma Marcela. Los servicios incluyen tres comidas al día, una guardería para alentar a las madres jóvenes a que soliciten y un servicio de inclusión financiera con Santander, para ayudar a los estudiantes a abrir su primera cuenta bancaria.
Por esta iniciativa, Torres ha sido escogida por MIT Technology Review en español entre los Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019. El director de Desarrollo de Negocios y Asuntos Públicos de Cognizant México, Iván Zavala, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019, valora que Holacode "es un negocio financiero con una buena historia de impacto social para atraer a la gente".
El programa educativo dura cinco meses, y su objetivo es que la educación en tecnología se vuelva más democrática y accesible. La start-up permite que estos puestos de trabajo sean cubiertos por personas especialmente vulnerables como los migrantes. Los alumnos de Holacode salen de las aulas con conocimiento de JavaScript (el lenguaje de programación más popular), HTML y CSS. Un gran atractivo es que no se requiere conocimiento en tecnología. El proceso de admisión de Holacode tiene una vista de 360 °, orientado a las aptitudes generales que harán un buen ingeniero de software. Cada serie de capacitación dura cinco meses y da la bienvenida a 34 estudiantes.
Marcela nos dice: "Era una mujer joven graduada en ciencias sociales sin diplomas en negocios o codificación. El sector tecnológico no me reconoció y la mayoría de los fondos de inversión no me tomaron en serio. Recibí comentarios negativos monumentales de forma constante. ¡Pero tenía que seguir presionando!. En una startup hay retos cada día, de hecho entre más creces los retos son cada vez más grandes pero son los 'problemas felices', es algo bueno, significa que algo está funcionando y hay que seguir trabajando, añade, "Creo es parte de la satisfacción, el poder crear algo desde cero que también tenga un impacto positivo en quienes experimentan el servicio".
La UDEM fue una experiencia bastante interesante para Marcela, ya que considera que le enseñó que el aprendizaje no se limita al aula y es algo que a la fecha sigue aprovechando. Aunque personalmente eligió Ciencias Sociales, gracias a que el personal docente era fascinante y por la oportunidad de cuestionar y hasta criticar, cosa que usa en su vida cotidiana, generó ese pensamiento crítico que es muy valioso.
"Me acuerdo que hasta la clase de batucada me enseñó muchísimo sobre la autodisciplina. También aproveché varias veces sus convenios con Universidades internacionales, y eso me cambió la vida. En resumen, la Universidad de Monterrey ofrece muchas experiencias variadas y lo más importante es tener la mente abierta para aprovecharlas", concluye.
Para cerrar, nuestra ExaUDEM recomienda a las generaciones actuales a estar en un proceso constante de aprendizaje: "lo que yo estudié ni es negocios ni es tecnología, pero todo es transferible siempre y cuando tengas la mente abierta y la disposición para seguir aprendiendo. Nadie de nosotros podemos predecir el futuro y mucho menos con tantas tecnologías emergentes, por lo que hay que estar siempre aprendiendo, eso no va a parar."
"No se limiten a una carrera, no se limiten a una ruta y no se limiten a su realidad. El camino no es nada fácil, hay retos, hay obstáculos estructurales desde género, clase hasta económicos, pero si se tiene la determinación y talento para sacarle la vuelta, todo es posible".