Reflexionan sobre el valor del arte creado con inteligencia artificial

• Emmanuel Godínez analizó los dilemas estéticos y conceptuales que surgen cuando la inteligencia artificial participa en la creación artística, cuestionando qué valoramos realmente al considerar algo como arte 

El desafío de distinguir entre creación humana y producción digital se convirtió en el eje de reflexión de las Jornadas Humanistas de Filosofía Otoño 2025, donde estudiantes y especialistas debatieron sobre el valor estético y artístico de las obras generadas con inteligencia artificial.
 
La discusión puso sobre la mesa dilemas contemporáneos que cuestionan nuestra manera de apreciar el arte y reconocer el logro humano detrás de cada obra.

Las actividades se realizaron del 10 al 14 de noviembre en la Sala Isóptica del Edificio Estoa, con conferencias abiertas a toda la comunidad universitaria y organizadas por la Sociedad de Alumnos de Filosofía, Letras, Sociología y Estudios Humanísticos y Sociales. 

Este espacio, tradicional dentro de las jornadas humanistas, permite que cada carrera presente temas clave de su disciplina mediante la participación de profesores, ExaUDEM y especialistas nacionales e internacionales.

En el arranque de las jornadas, el 12 de noviembre, Emmanuel Godínez Burgos impartió la charla Escucha “mi” canción: una perspectiva sobre el valor del arte generado con inteligencia artificial.

A través de ejemplos y dilemas contemporáneos, invitó al público a reflexionar sobre cómo la participación de la IA en la creación artística modifica nuestras nociones de estética y valor. 

“Discutiremos un fenómeno totalmente actual: la generación de arte con herramientas digitales y lo que valoramos cuando valoramos arte”, señaló.

El ponente presentó experimentos mentales para cuestionar los criterios con los que evaluamos obras humanas frente a creaciones generadas por IA. 
Entre ellos, el caso de un oyente que descubre que su playlist favorita de jazz fue creada artificialmente. 

“La pregunta es si esa información debería cambiar nuestros juicios estéticos o incluso llevarnos a negar que eso pueda llamarse arte”, explicó.

Otro ejemplo fue el de una galería con dos colecciones de pinturas casi indistinguibles: una hecha por artistas humanos y otra por IA. 
 

“Si la única diferencia es el precio, ¿estamos justificados en valorar más una que otra? ¿O solo queremos saber si nos están engañando?”, planteó, comparando el fenómeno con etiquetas de “música humana” que podrían surgir en el futuro.

En la parte conceptual, Godínez explicó las diferencias entre valor estético y valor artístico, así como entre arte computacional y el llamado “arte masivo” creado por IA. 

Destacó que, aunque estas herramientas pueden generar experiencias estéticas, no siempre cumplen con los criterios asociados al ejercicio de agencia humana. 

“Lo que distingue un cuadro de Van Gogh de su reproducción mediante IA es el contexto histórico y el logro humano detrás del original”, señaló.

Finalmente, explicó que esta conferencia forma parte de una investigación en curso del Departamento de Inteligencia Artificial, Ética y Filosofía de la UDEM sobre cómo las teorías contemporáneas del valor, la agencia y el logro pueden aplicarse a obras creadas mediante IA.