De Galvani a Neuralink: Entre los cibercerebros y la neurolegislación
Los inicios
Han pasado varios años desde el momento en que el científico y médico Luigi Galvani, de manera accidental, indujo la contracción muscular en las ancas de rana disecadas durante sus experimentos. Él aplicó la estimulación con dos metales de diferentes naturalezas. A pesar de que sus primeras interpretaciones suscitaron dudas al intentar explicar la existencia de lo que denominó "electricidad animal" en los seres vivos y sus procesos naturales, su descubrimiento no pasó inadvertido para los científicos de la segunda mitad del siglo XVII, pues marcó el inicio de una serie de investigaciones que condujeron al desarrollo de disciplinas científicas cruciales como la neurociencia y la fisiología. Especialmente, la comprensión de la función muscular, cerebral y del sistema nervioso.
En el contexto actual
En la actualidad, la búsqueda constante por explorar la convergencia de diversas disciplinas científicas y tecnológicas ha alcanzado un punto en el que la interacción entre las señales eléctricas y la biología se ha vuelto más intrigante y prometedora. Esto ha dado lugar a una revolución en nuestra comprensión en donde los dispositivos electrónicos integrados, comúnmente conocidos como "chips", coexisten en nuestro concepto tradicional de una computadora, pero nunca antes en nuestro concepto del cerebro humano.
El chip “Telepathy” de la empresa Neuralink, liderada por el empresario Elon Musk, representa un salto revolucionario en la tecnología de las interfaces cerebro-computadora, pues fue diseñado para establecer una comunicación directa entre el cerebro humano y las máquinas de procesamiento, despliegue y control de información. Así, abrió un abanico de impactantes posibilidades. Su potencial innovador es impresionante, ya que podría redefinir la forma en cómo nos relacionamos con la tecnología en todos los aspectos de nuestra vida diaria.
Desde el corazón del Telepathy
Telepathy tiene aproximadamente el tamaño de una moneda y está diseñado para incrustarse en el cráneo del paciente. Este dispositivo está equipado con cables que son 20 veces más delgados que un cabello humano y contiene 1,024 electrodos capaces de monitorizar la actividad cerebral, estimular dicho órgano y transmitir datos de forma inalámbrica a dispositivos digitales diversos. De esta manera, hace notable su naturaleza bidireccional al ser un dispositivo que no solo recibe información cerebral, sino que también tiene el potencial de transmitirlo a otros dispositivos. Al tratarse de una tecnología de dimensiones particularmente pequeñas, se ha requerido un robot quirúrgico especial para su inserción precisa en el cerebro, por lo que presume de una implantación en un procedimiento de alrededor de 20 minutos sin necesidad de anestesia.
Promesas médicas del Telepathy
La tecnología en la que se fundamenta Telepathy abre nuevas fronteras en el ámbito de la salud al facilitar la comprensión y manipulación de señales eléctricas. Esto ha redefinido el potencial de las interfaces cerebro-computadora al impactar en el tratamiento de enfermedades neurológicas, además de que ha brindado esperanza a personas que enfrentan condiciones degenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
Además, ha abierto las posibilidades de mejorar nuestras capacidades cognitivas, lo que podría impulsar la inteligencia artificial y la toma de decisiones. La idea de una comunicación sin barreras físicas ha cobrado especial relevancia, ya que podría transformar la vida de personas con otras discapacidades, ya que a través de ella se permitiría interactuar de manera más efectiva con el mundo que les rodea. A corto plazo, Neuralink también plantea mejorar la calidad de vida de personas con otros tipos de aditamentos al proporcionar la sensación táctil en extremidades robóticas y permitir que aquellos que padecen parálisis o síndrome de enclaustramiento puedan controlar dispositivos con la mente.
El futuro de Telepathy
Musk ha mencionado la posibilidad de restaurar la capacidad de hablar y escuchar, e incluso, de permitir que personas tetrapléjicas vuelvan a caminar. Además, la idea de conservar, reproducir y compartir recuerdos, similar a lo que se ha visto en series de ciencia ficción, plantea cuestiones emocionantes y éticas sobre la naturaleza misma de la identidad y la memoria. No obstante, el camino hacia estas posibilidades está lleno de desafíos éticos y preocupaciones sobre los derechos humanos y el bienestar animal.
Neura-¿legislación?
Hacia finales de 2022 se hicieron públicos informes acerca de investigaciones federales relacionados con presuntas prácticas de maltrato animal vinculadas a Neuralink, lo que planteó cuestiones éticas pertinentes en cuanto a las prácticas de investigación y las responsabilidades de las empresas tecnológicas.
Las inquietudes éticas asociadas con la tecnología cerebro-computadora son variadas y de suma importancia. La privacidad y el consentimiento emergen como aspectos fundamentales, dado que el acceso a los pensamientos y emociones de una persona debe ser completamente protegido y autorizado. La autonomía y la preservación de la libertad de pensamiento deben ser resguardadas, y la tecnología no debe ser empleada para influenciar o manipular a individuos sin su consentimiento informado.
Por otra parte, es crucial garantizar un acceso equitativo a estas tecnologías para evitar la amplificación de las desigualdades preexistentes. La seguridad y la dignidad de las personas sometidas a implantes cerebrales deben constituir prioridades indiscutibles, y es esencial llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos a largo plazo. Así mismo, la responsabilidad y la regulación también requieren atención, con el propósito de asegurar que se responsabilice adecuadamente por cualquier daño o posible abuso, lo cual puede implicar el desarrollo de políticas públicas que aún no estén en la agenda de los países con más desarrollo en dicho sector, incluso.
Finalmente, se debe preservar y equilibrar la libertad de expresión, así como permitir la comunicación sin restricciones, siempre y cuando se establezcan medidas de control razonables para salvaguardar intereses legítimos y proteger los derechos fundamentales de todos los individuos involucrados como expertos, legisladores y la sociedad en su conjunto. La implementación responsable de estas tecnologías avanzadas es fundamental para garantizar que no comprometan los derechos humanos fundamentales y que promuevan un futuro más inclusivo y ético.
Crédito del texto: Dr. César Tavera Ruiz, cédula 13488665.
Para saber más, consulta:
https://neurosciencenews.com/neuralink-bci-neuroethics-255555/
https://www.bbc.com/mundo/articles/c88np4v0n3zo