“Segundos pisos no son una alternativa adecuada para desahogar el tráfico”
La propuesta del municipio de Monterrey de construir viaductos elevados –mejor conocidos como segundos pisos– en las arterias de mayor tráfico, como Morones Prieto, Gonzalitos, Churubusco y Garza Sada-Carretera Nacional, no es la alternativa más adecuada para desahogar la vialidad, de acuerdo con un experto de la Universidad de Monterrey.
Según Jesús Ricardo Mercado Gutiérrez, director del Departamento de Ingeniería de la UDEM, la experiencia de otras ciudades con pasos elevados demuestra que el tráfico continúa con la misma densidad o, incluso, crece, por lo que es necesario enfocarse hacia el mejoramiento del transporte colectivo.
En las dos pasadas semanas, el municipio regiomontano implementó un ejercicio de opinión ciudadana, denominado Monterrey opina, para conocer el punto de vista de la ciudadanía sobre estos viaductos, que tendrían una cuota para sus usuarios, como lo dieron a conocer autoridades municipales.
Mercado Gutiérrez calificó como un error la iniciativa de los segundos pisos, porque son medidas que mejoran la vialidad solo temporalmente, pero no atacan el problema de raíz. “Al hacer más vías para que los carros circulen, lo único que provoca es que la ciudadanía aspiremos a tener auto y eso va a provocar tener más carros o más vehículos circulando (…) y, en un futuro, se vuelven a saturar y se va a necesitar un tercer piso o un cuarto piso”, explicó.
Según estadísticas de vehículos de motor en circulación, generadas por el INEGI, Nuevo León registró, en 2017, dos millones 129 mil 728 autos; mientras que el año anterior, 2016, tuvo un millón 997 mil 592 vehículos y, en 2015, un millón 865 mil 729.
El catedrático refirió que, hace unos años, un secretario del Medio Ambiente de Nuevo León mencionaba que el construir un segundo piso es como creer que la obesidad se soluciona al comprar pantalones de mayor talla, en lugar de ponerse a dieta.
“Creo que por ahí no debe ir la política de transporte, se debe enfocar más a que la gente se quiera mover en transporte colectivo, más que en vehículo propio; en ciudades de países más desarrollados, la gente se mueve en metro, en autobús, y eso mejora muchísimo”, sostuvo.
El profesor universitario señaló que, en lugar de construir un segundo piso, cuyo costo se calcula en 25 mil millones de pesos, se puede invertir en obras de transporte público, entre ellas ampliar las líneas del metro que quedaron cortas en Monterrey.
Adicionalmente, Mercado Gutiérrez mencionó que la plusvalía de los predios localizados a los lados de estas vialidades tiende a bajar.
“Los comercios comienzan a perder esta visibilidad y a perder clientes, y algunos terminan por quebrar, puede llegar a afectar, aunque no es una regla que así suceda”, indicó.