Egresa la primera generación del Doctorado en Educación
- El semestre de Otoño 2024 se gradúa la primera generación del Doctorado en Educación de la Universidad de Monterrey
Los primeros frutos de una nueva etapa en la formación de profesionales en la Universidad de Monterrey es lo que simboliza la cosecha de años de esfuerzo y dedicación de tres destacados profesionales, quienes se convertirán en la primera generación de egresados del Doctorado en Educación.
Lilia Marcela Figueroa Del Valle, Guillermo Pedro Arroyo Cota y Kurt Lester Benze Hinojosa celebrarán su graduación este semestre de Otoño 2024, teniendo como estandartes la curiosidad científica, el interés por explorar temas y la pasión por la enseñanza.
Para quienes integran esta primera generación, la inclinación por la investigación fue la principal habilidad profesional que desarrollaron y compartieron como compañeros a lo largo del camino de aprendizaje.
TIEMPO, ORDEN Y PASIÓN
De acuerdo con Lilia Marcela Figueroa Del Valle, quien también estudió la Maestría en esta misma casa de estudios, este Doctorado en Educación le ha permitido sentir la confianza para poder ayudar mejor a quienes ella ofrece asesorías de tesis regularmente.
“Cuando vi que abrieron el Doctorado en Educación, y sabiendo que lo imparte la Universidad de Monterrey y su sobresaliente área de humanidades, tuve una gran motivación, y, al encontrar un tema que me apasiona, pensé en intentarlo, aunque el temor de no poder lograrlo por mi carga de trabajo estaba ahí presente”, relató.
El título de su tesis fue Factores asociados con universitarios de equipos representativos de alto desempeño deportivo y académico, que inciden en la percepción de integridad académica: el caso de tres universidades mexicanas.
En opinión de la especialista en Educación, uno de los principales desafíos de este posgrado fue el tiempo que se le dedica, y después el orden y superar las crisis que se presentan en todos proyectos con alto nivel.
Sus principales objetivos a futuro son realizar artículos sobre el tema y, a futuro, poder hacer un cambio a raíz de más investigaciones; y, por supuesto, colaborar al cuerpo de conocimiento de la integridad académica.
“UN CAMBIO EN MI VIDA”
El motivo por el cual Guillermo Pedro Arroyo Cota eligió el Doctorado en Educación de la UDEM es el deseo de seguirse preparando en un área que le gusta especialmente, que es la educación y de adquirir habilidades de investigación.
El estudio de este posgrado, y especialmente aprender a investigar, ha supuesto un cambio en su vida.
“(El doctorado) ha abierto más mi mente, me he dado cuenta de que nuestro conocimiento de la realidad es escaso y superficial, y que la investigación permite profundizar en algún área”, expuso.
Agregó que este afán por conocer la realidad impulsa al diálogo con otros colegas para aprender de ellos y complementar los conocimientos propios.
“Toda esta apertura de mente permite ser más humilde: preguntar más que afirmar, profundizar más que cuestionar y aprender a matizar”, indicó.
Durante sus estudios, Arroyo Cota realizó un proyecto, que es la elaboración de la tesis, dentro de la cual él encontró una gran riqueza: delimitar atinadamente el problema, preparar el marco teórico y elegir la metodología, entre otras cosas.
El alumno de posgrado realizó una investigación sobre el propósito de vida en jóvenes entre 18 y 30 años, titulada Propósito de vida en el adulto emergente con estudios universitarios: diseño y validación de un instrumento de medición.
“El gran desafío que enfrenté durante el programa fue aprender a investigar; por supuesto que las clases que recibimos ayudaron y después las tutorías; sin embargo, el gran reto es encontrar tiempo de calidad para investigar, porque no puede ser a retazos, sino tiene que ser periodos largos de tiempo, que no son tan fáciles de encontrar, y, una vez hallados, saber aprovecharlos adecuadamente”, señaló.
Arroyo Cota indicó que este reto solo puede superarse con orden y renunciando a cosas personales, para lo cual ayuda mucho el seguimiento que van dando los tutores.
Sobre el modelo educativo de la UDEM, Arroyo consideró que uno de los principales diferenciadores es el trato humano, ya que día tras día le sorprendió la amabilidad o el afán de ayudar, desde los tutores, profesores y directivos hasta las personas que cuidan los establecimientos.
“Sinceramente, no lo esperaba; después, en segundo lugar, los profesores; en lo que a mí me tocó, encontré un gran nivel entre ellos”, afirmó.
CRECER EN LO ACADÉMICO Y EN LO PERSONAL
Kurt Lester Benze Hinojosa es egresado de la Maestría en Humanidades de la UDEM y también colabora como profesor de planta en esta casa de estudios, por lo que menciona conocer la calidad del profesorado y de los programas de posgrado.
“Sabía que el Doctorado en Educación estaba en excelentes manos, por lo que aplicar para ingresar a ese programa fue una decisión sencilla para mí”, expresó.
Para el estudiante del posgrado, los estudios doctorales presentaron muchos retos, tanto en el ámbito académico como en el personal, “pero superarlos me ha ayudado a crecer en ambos sentidos”.
“Soy un académico más riguroso y con mayor experiencia gracias a ello; y, por la misma naturaleza de mi proyecto (la exploración de la dimensión emocional de la literatura), siento que crecí tanto en un sentido personal como profesional: aprendí a relacionarme de manera más empática con mis alumnos y también profundicé en mi propia autoexploración como consecuencia del acto de lectura”, subrayó.
Benze Hinojosa llevará recuerdos de sus estudios de posgrado, especialmente el primer semestre: “no sabría identificar alguna experiencia particular, pero en general, fue un periodo muy bonito de integración, tanto entre los compañeros del doctorado como entre los compañeros y los maestros: fue cuando se crearon lazos muy fuertes y determinantes”.
Entre los retos de este periodo académico, el también catedrático señaló el manejo de los tiempos ‒“malabarear el ámbito personal con el laboral y el escolar”‒, ya que fue particularmente difícil y requirió de mucha organización, constancia y disciplina, pero ayudó mucho el apoyo que brindaron los maestros del doctorado, y, en su caso, más que nada el apoyo de su tutora.
En opinión de Benze Hinojosa, lo que ha distinguido a la UDEM de otras opciones es el enfoque humanista y el trato humano y empático hacia los alumnos, que “definitivamente resaltan mucho”, además del apoyo y la orientación que los maestros brindan a los doctorandos, que “son extraordinarios”.
El Doctorado en Educación es el segundo programa doctoral que ofertó la UDEM en Otoño 2022. Las líneas de investigación que maneja son: Movilidad social y educativa, Ambientes virtuales para el aprendizaje, Educación basada en competencias, Bases neurocientíficas del aprendizaje y Evaluación y cambio educativo e Inclusión educativa, entre otros.
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