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Impulsan diálogo y empatía en el servicio público para tejer la confianza social

24 Nov.2025
Autor: UDEM
Créditos: Archivo UDEM
  • Un total de 26 funcionarios del municipio de San Pedro Garza García se graduaron del taller La reconstrucción del tejido social desde el servicio público, desarrollado en la Universidad de Monterrey

El diálogo y la capacidad de “sufrir con el otro” se consolidaron como las herramientas esenciales para la labor pública, al concluir el taller La reconstrucción del tejido social desde el servicio público en la Universidad de Monterrey, dirigido a funcionarios del municipio de San Pedro Garza García.

El evento de graduación del taller se realizó este viernes en la Sala del Claustro Universitario de la UDEM, marcando el cierre de un ciclo formativo enfocado en la vocación de servicio.

En la ceremonia participaron Alejandra Fernández Garza, presidenta del Consejo Consultivo del Centro Roberto Garza Sada y fundadora y presidenta de Telar A. C.; Isabella Navarro Grueter, vicerrectora de Formación Integral de la UDEM; y Ricardo Rodríguez Larragoity, secretario de Participación Ciudadana y Gobierno Abierto del municipio de San Pedro.

Se sumaron a la asistencia directivos y colaboradores de la UDEM, miembros de Telar A. C., así como titulares de diferentes dependencias del municipio de San Pedro.

Fueron 26 los funcionarios públicos del municipio de San Pedro Garza García que se graduaron del taller tras completar 22.5 horas de formación. El programa se desarrolló a lo largo de nueve sesiones, fortaleciendo sus capacidades humanistas.

LA ESENCIA DEL DIÁLOGO Y EL SERVICIO

Alejandra Fernández Garza inició su mensaje citando el libro Diálogo: la vía propuesta por el papa Francisco, del profesor de la UDEM Rixio Portillo Ríos, enfocándose en la importancia del diálogo.

Señaló que el papa Francisco resumió las habilidades clave para el diálogo a través de verbos de acción constante, como acercarse, expresarse, escucharse, mirarse y buscar puntos de contacto.

“Todo eso se resume en el verbo dialogar. La verdadera comunicación, dice el papa Francisco, tiene que ser y es humana”, afirmó Fernández Garza.

La también consejera de la UDEM enfatizó que una comunicación auténticamente dialógica requiere la capacidad de hacer silencio, lo cual nace de un esfuerzo genuino por comprender al otro.

“Para comprender al otro, tenemos que sufrir con el otro. Y el sufrir no es lacerarnos... es en el entendimiento de lo que el otro padece”, explicó.

Agregó que este “sufrimiento” es la esencia de la función pública, pues el servidor público se dedica al otro y es ahí donde se encuentra la verdad.

Destacó que la labor del servidor público es una vocación que exige mucho más que cumplir con el deber ser, como la recolección de basura o el alumbrado.

“Tiene que ir hacia el otro, hacia la persona humana”, sentenció al señalar que las obras deben nacer del diálogo y el deseo de los vecinos.

VOCACIÓN, EMPATÍA Y BIEN COMÚN

Por su parte, Isabella Navarro Grueter enfatizó que el servicio público es más que una función administrativa, al ser una auténtica vocación, y que el servicio público es el espacio donde la empatía se transforma en acción y la escucha se vuelve un acompañamiento hacia la comunidad.

“En el corazón del servicio público transformador se encuentra el gobierno comunitario, el cual es una forma de liderazgo que no impone, sino que escucha, acompaña y construye junto con la ciudadanía”, mencionó.

La vicerrectora señaló que esta perspectiva invita a ver al servidor público como un “tejedor de comunidad” y un facilitador de procesos colectivos.

Reconoció el esfuerzo de los graduados por su apertura a mirar más allá de lo técnico y abrazar el humanismo, principio central de la UDEM.

“Los invitamos a que lo aprendido no se quede aquí, sino que salga a las calles, a las oficinas, a los barrios, a los espacios donde el tejido social necesita ser restaurado”, concluyó.

EL ORO LÍQUIDO DE LA RECONSTRUCCIÓN

Finalmente, Ricardo Rodríguez Larragoity reconoció la importancia de los habitantes de San Pedro, quienes hacen que el municipio sea un modelo, y cómo los funcionarios contribuyen a ello.

Expresó que las herramientas adquiridas en el taller ayudarán al municipio a seguir siendo la punta de lanza y a emparejarse en temas de reconstrucción social.

El secretario de Participación Ciudadana compartió una reflexión inspirada en la técnica japonesa kintsugi, el arte de reparar cerámica rota con laca de oro.

Su misión ya no es solo pegar los pedazos para volver a la normalidad, sino reconstruir este tejido con empatía, con el diálogo... y con acciones concretas”, declaró a los graduados.

Rodríguez Larragoity comparó a los servidores públicos con el oro líquido que repara el tejido social roto, transformando las cicatrices en marcas de resiliencia y belleza renovada.

“Hoy se gradúan como estos maestros kintsugi de nuestra sociedad. Vayan y hagan que cada acción cuente”, finalizó.

Etiquetas: Servicio

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