Reflexionan sobre desafíos en la gobernanza global

- Anna Carla Uribe Escalante, ofreció la conferencia La gobernanza global en la era de la incertidumbre. Desafíos y oportunidades para el futuro del orden internacional, del XV Congreso de Relaciones Internacionales Desafíos contemporáneos en la gobernanza global, organizado por estudiantes de la Sociedad de Alumnos de la Licenciatura en Relaciones Internacionales
“La globalización no es para todos”, afirmó Anna Carla Uribe Escalante, integrante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), señalando una paradoja inherente al concepto, ante alumnos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en la Universidad de Monterrey.
Aunque el término evoca apertura y conexión, la realidad palpable dibuja un escenario donde los beneficios se concentran en unos pocos, dejando a vastos sectores al margen, de acuerdo con la profesora titular en la Universidad Tecnológica de México, Campus Sur.
Uribe Escalante ofreció la conferencia La gobernanza global en la era de la incertidumbre. Desafíos y oportunidades para el futuro del orden internacional, este martes, en salas de Aprendizaje Permanente del edificio Estoa.
La plática fue la primera realizada en el marco del XV Congreso de Relaciones Internacionales Desafíos contemporáneos en la gobernanza global, organizado por estudiantes de la Sociedad de Alumnos de la Licenciatura en Relaciones Internacionales.
Arturo Azuara Flores, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UDEM, dio la bienvenida y declaró la inauguración de las actividades del congreso.
El análisis de Uribe Escalante destacó cómo la promesa de apertura de la globalización se ve empañada por la exclusión y el surgimiento de movimientos contrahegemónicos.
Esta exclusión sistémica, según la experta, alimenta una “crisis de enfrentamiento con los otros, con los diferentes”. La interrogante sobre quiénes realmente son los ciudadanos del mundo resuena ante las crecientes barreras que fragmentan la sociedad global.
Solo está ayudando a unos cuantos. Ahí viene una contradicción. ¿Global para quién?”
, cuestionó Uribe Escalante, invitando a la reflexión sobre los verdaderos beneficiarios del modelo globalizador actual.
La conferencista propuso un cambio radical en el enfoque analítico. En lugar del tradicional “¿por qué?”, instó a formular preguntas más profundas y reveladoras: “¿para qué?” y “¿para quién?”.
“¿Para qué esta crisis está pasando? ¿Para quién está pasando?”, preguntó, sugiriendo que estas interrogantes pueden enriquecer significativamente la comprensión de la compleja realidad global.
Posteriormente, Uribe Escalante abordó la problemática de la meritocracia, señalándola como una “problemática” en sí misma, a pesar de su popularidad y aceptación generalizada.
“Es que hay gente que ya no está en la meta”, explicó, refiriéndose a las desigualdades de origen que invalidan la premisa de una competencia equitativa. La meritocracia, en este contexto, puede justificar narrativas no tan benévolas.
“Pero a veces eso le da la condición para decir algo tan horrible como: el pobre es pobre porque quiere. Es que no se esfuerza lo suficiente”, citó la experta, evidenciando cómo la meritocracia puede invisibilizar las barreras estructurales.
En cuanto al cambio climático, Uribe Escalante lo calificó como “potencialmente irreversible”, denunciando las “respuestas muy torpes” y un “gatopardismo climático” que simula cambios sin alterar las estructuras fundamentales.
La colaboradora del Diplomado en Economía Internacional y Globalización de las Facultades de Estudios Superiores (FES) también señaló la interdependencia de otras crisis, como la energética y la alimentaria, vinculándolas a la disputa entre seguridad y soberanía, especialmente en la producción autónoma de alimentos.
“Tenemos que ser autónomos en la producción de nuestros propios alimentos”, enfatizó, alertando sobre la vulnerabilidad de depender de mercados externos en momentos de crisis.
En relación con la migración y los desplazamientos, Uribe Escalante destacó que “las mayores tasas migratorias son de nivel interno, no internacional”, aunque la percepción sobre la migración internacional sea predominantemente negativa.
Esta visión negativa se evidenció en encuestas como el Latinobarómetro, donde un alto porcentaje apoya la integración regional, pero muestra reticencia hacia la migración, priorizando la resolución de problemas internos.
Finalmente, la conferencista introdujo el concepto de aporofobia, acuñado por Adela Cortina, diferenciándolo de la xenofobia. “No le tenemos miedo necesariamente al extranjero, sino a la percepción de pobreza”, explicó.
“Aquel que dice: ¿qué me va a dar el señor que me está pidiendo limosna?", ejemplificó Uribe Escalante, ilustrando cómo se criminaliza y se invisibiliza a las personas en situación de pobreza por la percepción de que no ofrecen nada a cambio.
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