Se compromete con proyecto de novela enraizada en la fantasía y lo mítico
- Ana Marina Ortiz Baker, egresada en 2016 de la Licenciatura en Letras de la Universidad de Monterrey, fue reconocida con un apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) para escribir un manuscrito de una novela gótica femenina “con muchos adjetivos”
En su primer proyecto de novela, como en sus textos de creación anteriores, Ana Marina Ortiz Baker siente que combina varios elementos en su escritura, pero que sus bases más intuitivas y pasionales están relacionadas con la fantasía y lo mítico.
Con todo, aunque el género del horror no siempre ha sido una constante en su vida, ha llegado a él de manera natural en su propuesta narrativa Mi nombre es Histeria, la cual la egresada en 2016 de la Licenciatura en Letras de la Universidad de Monterrey escribirá con un apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA).
La ExaUDEM aclaró que sus bases de lectura y escritura están profundamente arraigadas en la fantasía y la mitología: “mis bases de lectura y escritura son la fantasía y la mitología, esta costumbre muy típica, muy extendida de los cuentos de hadas, de leer cuentos de hadas cuando eres niña, que es lo que tus papás te leen”.
En cuanto al género del crimen y el horror, Ortiz Baker expresó su desagrado por los estereotipos presentes, especialmente aquellos sobre las mujeres y la violencia: “el género del crimen está ahí muy atravesado y yo siempre le saco mucho la vuelta, porque a veces tiene muchos estereotipos: ahí sí puedo hablar de estereotipos, sobre las mujeres y sobre la violencia, que a mí en lo personal no me gustan”, pues consideró que la violencia gratuita hacia las mujeres es incómoda tanto de leer como de escribir.
El PECDA, el programa federal administrado por cada estado en el país, apoya diversas disciplinas, como arquitectura, artes plásticas, danza, gestión cultural, literatura, medios audiovisuales y alternativos, música, patrimonio cultural y teatro, entre otras.
Ortiz Baker recibió el apoyo del PECDA en el rubro de literatura para escribir un manuscrito de una novela gótica femenina “con muchos adjetivos”, que contará con un proceso de acompañamiento y asesoramiento de siete meses a partir de octubre.
Yo presenté un manuscrito para una novela gótica, femenina, con muchos adjetivos, con muchas características”, mencionó Ortiz Baker, quien destacó su interés por los géneros literarios específicos y su compromiso con la investigación constante.
Ortiz Baker también explicó cómo su interés por el folclor y las leyendas urbanas influyó en su escritura. Empezó a escuchar muchos podcasts y programas radiofónicos de mitología, lo que la llevó a descubrir una anécdota que le pareció muy sofisticada y que le dio una fuerte impresión del género del gótico sureño. Este género, según ella, se aleja del costumbrismo y aborda temas como el racismo, clasismo y machismo en la historia de Estados Unidos.
En su ámbito profesional, Ortiz Baker trabaja en una columna digital mensual sobre géneros especulativos, lo que incluye horror, ciencia ficción y fantasía. Esta labor la mantiene en constante análisis y lectura de diferentes obras, lo que la llevó a investigar más sobre el género gótico por su cuenta, viendo películas y leyendo novelas.
“La historia que quiero trabajar tiene que ver con el amor romántico y lo que también está muy de moda llamar como el amor tóxico”, explicó Ortiz Baker.
La autora describió la premisa de su novela, que trata sobre una joven en un viaje familiar con su pareja, enfrentando una relación problemática y secretos familiares. La historia se desarrolla en una casa embrujada en el campo, un arquetipo del género gótico, y explora temas como la herencia y la resolución de misterios del pasado.
La historia se desarrolla en un pueblo que la exalumna de la UDEM se imagina “muy del noreste”, y se mencionan ciertos detalles extraños en una vieja hacienda que ha sido remodelada varias veces.
“El gran rumor, el gran tema en esa casa… es que una de las hermanas de la tía abuela murió en un incendio ahí en la casa”. Este evento dejó una herida sin resolver, ya que la muerte de la mujer fue misteriosa y se especula sobre la identidad de un hombre que murió con ella.
El conflicto principal surge cuando la tía abuela decide heredar toda la hacienda a su sobrina. De acuerdo con Ortiz Baker, este acto es típico del gótico femenino, donde una mujer adquiere propiedad y riqueza, lo que genera drama en su vida y entorno social.
“La tía le dice: no te voy a condicionar esta herencia, pero quiero que me ayudes a resolver la muerte de mi hermana, la que murió en el incendio”. Esta petición añade una capa de misterio y obligación a la herencia.
La investigación de los secretos de la casa es un tema central, según la escritora, los cuales incluyen “las típicas puertas secretas y pasadizos, ocultos, los áticos, los sótanos, obviamente esta cuestión del bosque, del campo, del huerto, la oscuridad, las sombras, la noche”.
Estos elementos, que ella llama arquetipos, tienen un poder singular en la trama y ayudan a entender por qué una historia puede cautivar a los lectores.
El acto de nombrar, cambiar o eliminar nombres es un tema que Ana Marina Ortiz Baker cuestiona desde el título de su proyecto.
Según la autora, “el acto de poner nombres, quitar nombres, cambiar nombres, es algo que constantemente estoy viendo surgir y que tiene un impacto muy fuerte en la mitología y, obviamente, la parte del yo femenino”.
Ortiz Baker destacó la importancia de la autoproclamación en su novela, la cual está escrita en primera persona para reflejar esta idea. Cada capítulo lleva un nombre diferente, lo que simboliza la reivindicación y la liberación del yo femenino.
La narradora explicó que esta estructura busca mostrar cómo las mujeres pueden apropiarse de los términos que se les han impuesto y utilizarlos a su favor, como una estrategia narrativa que permitiera a las mujeres redefinir su identidad y desafiar las etiquetas que les han sido impuestas.
La autora subrayó cómo las mujeres pueden transformar términos peyorativos en herramientas de empoderamiento: “te dicen histérica, entonces, pues ahora sí voy a ser histérica”.