Obtienen patente con nanolubricante para proceso de afilado
- Los profesores Laura Peña Parás y Demófilo Maldonado Cortés, de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey, crearon el fluido de corte con nanotecnología para la empresa 3G Herramientas
La creación de un nanolubricante para operaciones de afilado de herramientas industriales, una iniciativa de dos profesores de la Universidad de Monterrey, dio una nueva patente a esta casa de estudios, junto a una empresa y otras tres universidades.
Los profesores Laura Peña Parás y Demófilo Maldonado Cortés, de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías, fueron los creadores de esta fórmula con la que se mejoró el acabado superficial de la herramienta en un 60 % aproximadamente, lo que implicó un mejor filo y un mayor rendimiento.
En este proyecto también participaron la empresa 3G Herramientas, que facilitó sus instalaciones para la realización de las pruebas finales, y Federico Trigos, investigador del Egade del Tecnológico de Monterrey, quien realizó la parte de las mediciones y las estadísticas, esto es, el análisis de los resultados.
Según Maldonado Cortés, la empresa 3G Herramientas, que fue el cliente final, está interesada en comercializar este producto, el cual beneficiará a todas las instituciones participantes.
Lo que queremos es hacer un producto exitoso no solo en el ámbito académico y científico, sino en lo comercial, hacer una unidad de negocios, que es el siguiente paso o la meta”, expuso.
Peña Parás señaló que parte del reto fue conocer las mejores opciones de nanopartícula, de concentración adecuada, de combinaciones y de proporciones para el tipo de de proceso y de fluido, por lo que el análisis estadístico de Trigos tuvo un rol importante en la creación de esta fórmula.
“Lo que hacemos es, acorde a nuestra experiencia, seleccionar la nanopartícula con las posibles concentraciones, pero ya determinar entre un rango amplio, de acuerdo al desempeño, la que sería mejor para la aplicación real, necesitamos análisis estadístico, de resultados, y entonces, a partir de eso, se hizo un proceso de optimización”, explicó.
Lo anterior se sumó a las pruebas de caracterización, fricción y desgaste, que se realizaron en los laboratorios de la UDEM, para determinar cuál sería su posible desempeño, y después se implementó en planta.