Reflexionan egresados sobre dignidad y defensa de derechos humanos
Créditos: Archivo UDEM
- Con la participación de 113 graduados, la Universidad de Monterrey y la CEDHNL cerraron la XIII edición del Diplomado en Derechos Humanos y Grupos en Situación de Vulnerabilidad, donde se destacó el papel del programa en la profesionalización de personas dedicadas a atender grupos históricamente discriminados
Más de un centenar de especialistas se sumaron recientemente a la defensa activa de la dignidad humana, al concluir la XIII edición del Diplomado en Derechos Humanos y Grupos en Situación de Vulnerabilidad, un espacio académico que desde hace más de una década impulsa la preparación ética y profesional de quienes buscan transformar su entorno.
La clausura destacó la responsabilidad de los egresados como embajadores de los sectores más desprotegidos y la necesidad de convertir el conocimiento en acción concreta.
La ceremonia se realizó el 19 de noviembre en las Salas 3 y 4 de Estoa, con la participación de autoridades académicas, representantes de organismos públicos y los 113 graduados que, desde el 3 de septiembre, cursaron módulos sobre justicia restaurativa, migración, interseccionalidad, derechos digitales y Lengua de Señas Mexicana, entre otros temas clave para la práctica contemporánea de los derechos humanos.
Este esfuerzo académico busca promover los derechos humanos desde un enfoque transversal e inclusivo, integrando las realidades de los distintos grupos en situación de vulnerabilidad, los desafíos que enfrentan para el pleno ejercicio de sus derechos y las acciones necesarias para avanzar hacia una sociedad más consciente, sensible y comprometida.
Durante la clausura, Ricardo Lavín Salazar, director de la Unidad de Desarrollo de la CEDHNL, destacó el diplomado como un espacio que une conocimiento y sentido ético, y llamó a los recién graduados a llevar lo aprendido a la práctica diaria.
“Después de este proceso de aprendizaje, es momento de transformar el conocimiento en acción; visibilizar y denunciar las violaciones a derechos humanos, exigir rendición de cuentas y compartir lo aprendido”, señaló.
Por su parte, Arturo Azuara Flores, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, subrayó la responsabilidad ética que asumen quienes se especializan en este campo.
Destacó que “ya no podemos cerrar los ojos y no involucrarnos” y recordó a los participantes que “hoy tienen grandes poderes, y eso representa convertirse en embajadores de los grupos vulnerables”.
En representación de la Red Universitaria de Promoción de Derechos Humanos, Karla Valeria Camacho Valdés reflexionó sobre el impacto transformador de la experiencia formativa.
Señaló que “los derechos humanos no se estudian desde lejos; se sienten, se viven y se defienden todos los días. Este espacio dejó de ser solo un programa académico para convertirse en un lugar de encuentro”.
Camacho Valdés invitó a los egresados a continuar cuestionando y participando activamente en su entorno: “Sigan inquietando, sigan incomodando. Trabajar por la dignidad humana es un acto profundamente político, pero también profundamente amoroso”.
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