Marcan el camino para más mujeres
- Profesoras e investigadoras de la Universidad de Monterrey señalan que, aunque su trabajo y vocación incluye retos, éstos se convierten en un motor para la búsqueda de la excelencia, la cual buscan inculcar en cada uno de sus estudiantes.
En pleno año 2021, desgraciadamente, los estereotipos de género aún se pueden encontrar y uno de los más infames y completamente incorrectos es que las mujeres no pertenecen o no prosperan en las ciencias.
La realidad es que muchas mujeres están a la vanguardia del progreso en estas áreas y la Universidad de Monterrey tiene el privilegio de contar con algunos de los mejores ejemplos de mujeres notables en la ciencia y tecnología a nivel local, nacional e internacional.
De hecho, la UDEM cuenta con 737 profesoras y 639 colaboradoras administrativas, es decir que las mujeres forman el 56% del total de colaboradores. Mientras que de los 12,748 jóvenes que actualmente están estudiando 7,558 son alumnas, lo que significa que casi 60% del alumnado son mujeres.
Asimismo, una infinita curiosidad e insaciable hambre de conocimiento son características que muchas comparten y que impulsan el motor de su carrera, como lo es para Laura Peña Parás, de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías, y Lilia García Rodríguez, de la vicerrectoría de Ciencias de la Salud.
“Desde niña me gustaban las matemáticas y ciencias, entender el por qué de las cosas y encontrar soluciones creativas a problemas”, expresó Laura, quien es Nivel 1 en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Mientras que para Lilia, oncóloga pediatra e investigadora, el cuerpo humano probó ser una fuente interminable de análisis e investigación, pues “siempre me gustó descubrir y aprender cosas nuevas, y en la ciencia encontré una plataforma para aprender constantemente y descubrir todo lo que sucedía con el cuerpo”.
En estas áreas encontraron las respuestas a sus preguntas, pero también más interrogantes. Sin embargo, esta interminable labor, más que convertirse en algo tedioso, se volvió en la motivación para llevar al límite su ingenio, habilidades y conocimientos y entonces así alcanzar satisfacción en su trabajo y contribuir a la sociedad.
“Es muy recompensante lograr resolver aquellos problemas para dar paso a un mundo mejor y eso es lo que nos permiten las ingenierías y tecnologías”, comentó Luz María Valdez de la Rosa, profesora investigadora de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías, quien también destacó que estas ciencias han resaltado durante el confinamiento y la lucha contra el COVID-19.
“Es muy satisfactorio abordar retos y generar soluciones de formas disruptivas que, posteriormente, resultan en proyectos de innovación tecnológica o de nuevos productos que no solo generan valor para las empresas con las que colaboramos, sino también son un gran aporte al área de conocimiento técnico y científico de la disciplina”, estuvo de acuerdo Irma Peñuñuri García, directora del programa académico Diseño Industrial e Ingeniero en Innovación Sustentable y Energía, como algunas de las cosas más grato e interesantes de su profesión
Muchas coincidieron en que a veces es imposible no tomar conciencia de que son mujeres en campos de estudio y práctica predominados por el género masculino; no obstante, con su trabajo y dedicación esta realidad está cambiando y esperan que su ejemplo marque el camino para las mujeres jóvenes del futuro en las ciencias.
(Confío) en que cada vez tendrán mejores oportunidades, ocuparán más cargos importantes y eso se verá reflejado en sus salarios. Deben luchar por sus sueños, nadie les puede decir que no pueden. Si lo pueden soñar, lo pueden lograr”, compartió la doctora Lilia.
Para Luz María, quien recientemente obtuvo su doctorado en Filosofía con especialidad en Administración, línea de investigación, innovación y tecnología, su trabajo y área de investigación incluye retos, pero que pueden ser superados por las mismas habilidades e ingenio que las ciencias promueven.
“Ser mujer en las ciencias no es fácil, pero cada vez abrimos más puertas y más mujeres brillan poniendo al servicio de los demás su ingenio y pasión por crear valor para la humanidad. Estamos formando parte de la historia para hacer de este un mundo mejor”, indicó.
Finalmente, concluyeron que sus esfuerzos y logros no tendrían la misma satisfacción y significado si no se viera reflejado en sus alumnos y en el impacto que tienen en la comunidad.
“Me encanta la docencia y la investigación donde, junto con los alumnos, buscamos soluciones para incrementar la vida útil de herramientas, disminuir consumo energético y reducir el impacto ambiental y cuando veo que aplican los conocimiento para resolver problemas de forma innovadora, eso para mí es lo más satisfactorio”, aseguró Laura.
En tanto que para Irma todavía hay mucho camino que recorrer, “pero hoy ver egresar a alumnos con estos conocimientos y ver el gran impacto y responsabilidad que tienen como agentes de cambio, es una de las mayores satisfacciones que tengo”.
Finalmente, otro factor que comparten es la gratitud y orgullo por la UDEM al impulsar sus estudios desde carrera hasta doctorado, crear una plataforma para que más científicas e investigadoras y brindar recursos para promover más generación de conocimiento.
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