Lucía Villarreal Ayala
La historia de Lucía Villarreal Ayala (LMI'97) con la UDEM comenzó en 1991, al ingresar a la preparatoria; donde participó en las revistas musicales, se fue de misiones a la Sierra Tarahumara y aprovechó para hacer un verano en Austin como parte de un intercambio estudiantil.
Con la inclinación hacia el arte, llegó el momento de elegir carrera en la UDEM donde se debatía entre Licenciado en Arte y Mercadotecnia Internacional. Al final, la elección fue mercadotecnia pensando que se dedicaría a la publicidad. Inspirada por un intercambio en Canadá, decidió hacer su Proyecto de Evaluación Final (PEF) en el área de comercio exterior.
De su trayectoria profesional, Lucía nos contó que su primer trabajo fue en el área de marcas en una empresa de bienes de consumo. "Disfruté mucho aplicar todos los conocimientos de mi área, pero se me presentó una oportunidad en el área de comercio exterior en una empresa de productos químicos y decidí aceptarla. El tener contacto con gente de otras culturas siempre me pareció muy interesante", comentó.
Después, al nacer su primera hija, se dedicó al hogar pensando que a la larga regresaría. Un reto al que se ha enfrentado es que buscar un trabajo ha sido una tarea imposible, ya que por el trabajo de su esposo se ha mudado de ciudad, e incluso de país, varias veces en los últimos años. Y fue gracias a esa experiencia que surge la idea de escribir un libro Memorias de una trailing wife, el cual es la historia de una familia contemporánea a la que la globalización le ha marcado el ritmo de vida: cada tres o cuatro años se mudan de país.
"Mi punto de partida fue mi gusto por escribir, y decidí tomar un taller en Fábrica Literaria", nos dijo Lucía, "a diferencia de algunos de mis conocidos, yo no soy del área de letras. Ellos saben mucho más que yo de teoría y de autores. Yo comencé con una idea que quería transmitir y de ahí fui sumando."
Lucía considera que el autor escribe porque tiene algo que decir, y es por eso que en su futuro se sigue visualizando en la escritura e incluso incursionar en el mundo de la literatura infantil y juvenil, apoyando sus historias con ilustraciones de su autoría.
Busco seguir creando alrededor de una idea y contar historias para leer con los cinco sentidos, o los seis, si contamos la kinestesia", concluyó.