Giselle Cantú
Para mí, ser exalumna de la licenciatura en Nutrición de la Universidad de Monterrey, es un gran orgullo. Durante la carrera fui descubriendo que la nutrición realmente me apasionaba. Gracias a mis excelentes maestros y a mis padres pude concluir mis estudios con reconocimiento magna cum laude. La carrera me enseñó las diferentes ramas que una licenciada en Nutrición debe conocer. Gracias a estos conocimientos, estuve trabajando en diversas áreas: consulta privada; diseño y creación de platillos saludables para una industria de alimentos; evaluación de calidad y cantidad de nutrimentos de platillos de comedores industriales; y evaluación de tabla nutrimental y mercadotecnia de diversos productos.
La carrera de Nutrición de la UDEM me enseñó a no tener miedo de salirme de mi zona de confort; con el tiempo eso te ayuda a ser un mejor profesionista. Por ejemplo, llegué a ser presidenta del grupo estudiantil “Salud, Nutrición y Vida - SANUVI”, grupo que entre mis amigas (ahora colegas) y yo formamos en el 2012 con el fin de poder transmitir nuevos conocimientos sobre nutrición a otras generaciones de nuestra misma carrera y a otras carreras ajenas. Se llegó a organizar un ciclo de conferencias sobre temas relevantes de nutrición.
Actualmente, me dedico a la consulta privada con un enfoque en “cambio de hábitos” utilizando una plataforma interactiva en línea. Por lo mismo, mi mayor mercado son los jóvenes o millennials, donde les enseño a cambiar sus propios hábitos para poder mejorar su salud y evitar enfermedades crónico-degenerativas a largo plazo. Además de la consulta, me dedico a escribir sobre el tema que más me gusta, que es la nutrición; tengo un blog donde escribo artículos sobre temas de vanguardia de nutrición y recetas de cocina, fáciles y saludables. También soy escritora de columnas de nutrición de dos periódicos: Hera Líder de Nuevo Laredo y Laredo Daily News.
Mi meta siempre será transmitir a mis pacientes y a las personas que me leen que para ser saludable no necesitas contar calorías de todo lo que comes, ni comprar ingredientes caros, ni ser un experto en la cocina: solo se requieren buenos hábitos de estilo de vida.