Aboga por las emociones de los adolescentes

Muchos papás o maestros razonan que los adolescentes son exagerados o dramáticos en cuanto a sus relaciones amorosas se trata, por lo que descartan sus preocupaciones con frases como “es la edad” o “se le va a pasar”.

Sin embargo, la doctora Emanuela Confalonieri, de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, y quien ofreció un seminario en la Universidad de Monterrey, explicó que estas actitudes son erróneas y deben cambiarse, ya que es precisamente en esta etapa y por medio de estas relaciones que el adolescente forma competencias emocionales que necesitará para llevar una vida adulta sana.

“Hace apenas 20 años que los investigadores empezaron a considerarlas relaciones románticas durante la adolescencia como importantes para el desarrollo. Se veían como frívolas, temporales y superficiales, pero ahora nos damos cuenta que tienen un rol importante durante la adolescencia para apoyar a los jóvenes durante este proceso y contribuyen en la construcción de la identidad”, explicó la profesora y agregó que estos noviazgos ayudan a entrar en una relación en la adultez con una actitud más madura.

Al mismo tiempo que éstas auxilian en la regulación emocional, Confalonieri y su equipo de investigación, se percataron que los jóvenes italianos que estudiaron están presentando actitudes más riesgosas a una edad más temprana.

“Hemos descubierto que en los últimos 20 años los adolescentes se vuelven sexualmente activos a una edad más temprana y que tienen problemas en empatar su sexualidad con los aspectos más emocionales de un noviazgo. En especial los varones, pues interpretan la sexualidad más como una ‘técnica’ y están menos interesados en lo que piensa o siente la pareja”, compartió la doctora.

Agregó que en años más recientes también descubrieron que la violencia emocional durante noviazgo y el sexting se han vuelto más prevalentes, lo que trae consigo consecuencias psicológicas serias como depresión y comportamiento antisocial e irresponsable.

“Es importante estudiar las relaciones durante este periodo para entender cómo se puede apoyar a los jóvenes y prevenir comportamientos riesgosos, para que así los adolescentes pueden pasar a la siguiente etapa de su vida de una forma sana y segura. Estas experiencias los ayudan a entender quiénes son y en quiénes se quieren convertir”, concluyó la doctora italiana.