Leyes de la alimentación
En el marco del Día Internacional Sin Dietas, que se conmemora el 6 de mayo, la Dra. Joselina Huerta, profesora de nuestro programa de Nutrición, redactó un artículo sobre las leyes de la alimentación.
La alimentación saludable constituye uno de los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud durante toda la vida.
Por lo tanto, una dieta inadecuada es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de múltiples enfermedades; las cuales, pueden aparecer en consecuencia de una ganancia de peso, que conlleva a alteraciones metabólicas, estreñimiento, disbiosis, y la aparición de enfermedades no transmisibles (ENT), enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes mellitus.
Como lo menciona la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente en el mundo se encuentran dos extremos relacionados a la alimentación; por un lado, la población en un estado de desnutrición y por el otro la población que tiene una alimentación excesiva, ambos extremos engloban la mala nutrición.
Para evitar dichos extremos es necesario llevar a cabo una correcta alimentación, la cual se basa en seguir una dieta balanceada.
¿Pero a qué nos referimos cuando decimos dieta? Dieta es sinónimo de régimen, método o modelo alimenticio; es decir, una dieta es un conjunto de alimentos que, preferimos consumir y son de nuestro agrado, estos deben contribuir para cumplir las funciones vitales.
Y para poder hacerlo es fundamental seguir las leyes de la alimentación. De acuerdo con la OMS, la alimentación debe ser suficiente, variada, completa, equilibrada, adecuada e inocua.
- Suficiente: cantidades que garanticen las necesidades de energía y de nutrientes.
- Variada: diferentes alimentos en cada comida, utilizar distintas técnicas culinarias, cuando se trate del mismo alimento.
- Completa: nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
- Equilibrada: proteínas 1g/kg de peso corporal/día, grasas 15-30 %, (la ingestión de ácidos grasos saturados no debe exceder el 10 % de la energía total, 15 % de los ácidos grasos monoiinsaturados, 7% de ácidos grasos poliinsaturados), carbohidratos 50-60 %.
- Adecuada: considerándose género, edad, nivel de actividad física y estado fisiológico del individuo (necesidades especiales, embarazo o lactancia), de acuerdo con los requerimientos nutricionales.
- Inocua: que el consumo habitual no implique riesgos para la salud (exenta de microorganismos patógenos, tóxicos o algún contaminante).
Lo anterior sirve para construir una alimentación diaria personalizada.
¡No olvides acudir con un nutriólogo!
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